Romanticismo, tradición y pasión por los productos ibéricos

En pleno corazón del Parque Natural de Sierra Morena se encuentra un pueblo idílico llamado San Nicolás del Puerto, y es en este pueblo donde empieza nuestra historia de emprendimiento y amor a las cosas bien hechas. Hablamos de la empresa RRibericos.com

La abuela de nuestro entrevistado (Maria del Robledo Rocho Rocho) tenía una pequeña finca familiar, llamada Las viñas, donde criaban cerdos ibéricos alimentados con bellotas. Qué es lo que daba la tierra de manera natural gracias a la abundancia de alcornoques y quejigos de la sierra norte de Sevilla. El abuelo (Enrique Montero Casquero) era albañil, con la carne producida por los cerdos y el dinero obtenido del trabajo de albañilería salían adelante.

En aquellos años de posguerra en España la matanza del guarro era una parte fundamental de la subsistencia de las familias en los pueblos. Cada año las familias, junto con amigos, realizaban la matanza del cerdo de la cual sacaban carne fresca y sus propios jamones, y embutidos (salchichón, chorizo, Morcón, etc.) en la planta alta de la casa.

Pasados los años y tras diferentes avatares de la vida, los padres (Enrique y María del Carmen) de Alvaro y Enrique, decidieron, empleando sus ahorros, comprar una finca más grande para poder llevar la cría de cerdos a una escala mayor. Esto sucedió sobre el año 1989.

Esta cría siguió y sigue basándose en los métodos de crianza tradicionales, transmitidos de generación en generación, haciendo uso de lo que ofrece la tierra de una manera respetuosa y natural.

 

Alvaro Montero con su hijo en la dehesa

Durante décadas el negocio se fue ampliando, siempre cerdos ibéricos de raza lampiña, que posteriormente vendían a empresas reconocidas del sector para terminar el proceso de curación y comercializarlo… Toda la producción se vendía a estas empresas tras la montanera, entre enero y febrero de cada año. Se llevaban y siguen llevando, camiones de cerdos vivos a secaderos de renombre de toda España, como por ejemplo a Guijuelo, Salamanca.

La nueva generación, los hermanos Montero, deciden en 2019 dar un paso más adelante y con una selección de los mejores ejemplares que su padres siguen vendiendo, finalizar el proceso de curación de jamones, paletas y embutidos ibéricos. Siempre siguiendo los estándares de máxima calidad y una producción limitada para no perder los valores de una empresa familiar que ha crecido entre encinas, cerdos y olor a jamones secándose.

Para dar este paso final, los hermanos se han apoyado en la sabiduría centenaria para secar productos ibéricos de la sierra de Huelva. Específicamente en Aracena.

Hablamos con Alvaro Montero:

 

¿Por qué deciden empezar a comercializar directamente?

Siempre ha sido una aspiración de nuestros padres dar el salto y terminar el proceso de curación de los animales. Pero es una tarea complicada que requiere mucho tiempo. Es por esto que nuestros padres nunca se han lanzado a ello pero que ahora que nosotros hemos comenzado, están contentos de que la historia familiar siga su curso.

 

Si tuviera que mencionar el valor más importante de la empresa ¿Cuál sería?

Tradición. Los animales se crían en libertad en una finca con el tamaño correcto para la cantidad de animales que hay. Comen, corren libres y se les mima, No se aceleran los procesos. Respecto al secado, que es tan importante como la calidad del producto, se realiza sin prisas, dejando que siga su proceso natural. No hay cámaras frigoríficas si se aceleran las cosas para poder vender el producto antes. Es más, cuando alguien compra en nuestra web, el producto se prepara y empaqueta en el propio secado.

 

¿La gente conoce el trabajo que hay detrás de un producto ibérico?

Pues realmente hay mucho desconocimiento en todo el proceso así como en las diferentes calidades y los nombres de las mismas. Es muy común que las personas me pregunten sobre el jamón ibérico y que asuman que es de bellota por ejemplo. Realmente, es tan sencillo como que una cosa es la raza y otra lo que el animal ha comido durante la montanera. También el hecho de que se diga “de bellota” no implica que los cerdos solo tomen bellota. Las bellotas son de temporada, al igual que cualquier otro fruto seco. Por tanto los cerdos de bellota son aquellos que comen únicamente o principalmente bellotas durante la montanera y que cumplen con los requisitos necesarios según la norma del ibérico de España.

 

¿Qué parte hay de romanticismo en el proyecto?

Supongo que para nosotros es la culminación de una tradición familiar que nos llena de orgullo. Pensar que familias de toda España han realizado la tradicional cría, matanza y secado de los productos ibéricos y ahora toda esa tradición se plasma en empresas que venden esa tradición y calidad no solo en España sino por todo el mundo.

 

 

Ustedes son emprendedores. ¿Emprender en España es difícil?

En general iniciar cualquier negocio es complicado. No puedo comprarlo con otros países, pero imagino que no debe ser fácil en ningún sitio. En particular, la venta de productos ibéricos en España tiene muchísima competencia y una empresa pequeña y sin nombre, aún con un producto de calidad, tiene que ganarse poco a poco la confianza de los clientes.

Por otro lado, la venta por internet, la cual es la ventana al mundo que tenemos actualmente, no es sencilla. Puedo entender perfectamente que las personas piensen mucho en comprar un producto como jamones de una marca que no conocen. Así que solo podemos ir poco a poco haciendo las cosas bien.

Si quiere saber mas está es la url: https://rribericos.es/