Los códigos IBAN y BIC se encuentran relacionados con las transacciones económicas internacionales. A muchos ya les parecen familiares pues han tenido que hacer o recibir alguna transferencia desde otro país, pero puede que no conozcan su origen e importancia. Cuando se vive en un mundo globalizado y se realizan transferencias a distintas partes del mundo, se hace necesario el utilizar un sistema internacional que facilite la realización de transacciones, es ahí donde el código IBAN toma importancia. IBAN es una abreviatura de (International Bank Account Number) y gracias a ella las transferencias entre entidades financieras de distintos países resulta más fáciles, seguras y rápidas.
El IBAN surge como una respuesta a la necesidad de identificar los distintos bancos con los que podía realizarse una transacción económica. Cuando las entidades eran internacionales, la identificación local de banco no servía de mucho, lo cual hacía imposible verificar a qué país correspondía una cuenta emisora o destinataria de fondos, por ejemplo. El IBAN consiste en un código compuesto de 4 dígitos más el número de cuenta. Los primeros cuatro dígitos representan el país y el llamado «código de control». Para el caso de España estos cuatro dígitos podrían ser «ES21». Luego se incorpora el número de cuenta compuesto por 20 caracteres. Existen formas sencillas de calcular IBAN, por lo que no es necesario investigar demasiado.
A la hora de realizar una transferencia, contar con el número IBAN ayuda mucho, sin embargo, también se necesita contar con el llamado código «BIC». Este código es un acrónimo de «Bank Identifier Code» y tiene por objeto el permitir identificar al banco beneficiario en una transferencia de dinero. El BIC sirve de complemento al IBAN ya comentado y puede encontrarse de dos formas: ya sea como un código de 8 caracteres o uno de 11 caracteres. En el primero de los casos se incluyen datos respecto de la entidad, país y localidad del banco. En el caso de los 11 caracteres, además de lo anterior se incluye (8 caracteres) se incorpora la identificación de la sucursal (3 últimos caracteres). Es crucial conocer el IBAN y el BIC de los proveedores y clientes si se celebran actos o contratos con el extranjero, ya que facilitará enormemente la realización de transacciones al exterior.
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