Uganda es el auténtico corazón de África, allá donde se mezclan los sabores más destacados del continente africano.
Dónde la selva es más salvaje porque los animales vagan por la sabana libres de vallas y cercas, donde el hombre y la fiera se mueven en el mismo entorno sin cortapisas, dónde la intensidad de la vida es inabarcable, dónde los olores de la tierra transportan.
Allá dónde el hombre tiene que batirse en unas circunstancias extremas debidas a una tierra tan dura a la par de una belleza sin igual.
Allá dónde se mire uno se queda maravillado de los colores, de los impresionantes horizontes, de los cambios constantes de los cielos que se abren y cierran en un constante baile de calidoscopio.
Uganda es más elegante que otros países de su entorno porque ofrece un mundo más auténtico, dónde la gente sonríe y quiere a las personas en su cercanía.
Dónde los animales aparecen por doquier, y casi sin querer se acercan sin prestar mucha atención para la sorpresa, de momentos inolvidables.
Particularmente, una anécdota ocurrida en la zona del parque Victoria fue que un grupo entró en unos servicios públicos y al salir de ellos se encontraron una manada entera de unos doce elefantes rodeando el lugar, pero absolutamente tranquilos y sosegados. La sorpresa era mutua al encontrarse una situación insólita.
Para aquellos que les atraen los gorilas, particularmente, sin ninguna duda, Uganda es el lugar, también se pueden observar hoy en día en el Congo, pero su situación política es extremadamente peligrosa, así como en Ruanda, dónde sacan 2.000 $ por la visita.
En Uganda las condiciones son exquisitas, ya que las visitas se cumplen en el 98 % de los intentos, pues es el ejército el que juega su papel primordial y el que acompaña a un grupo pequeño de visitantes. Siempre atentos y dispuestos en caso de alarma o peligro, pero el acercamiento es tan intenso y real que emociona e ilusiona intensamente, eriza los sentidos al máximo.
En definitiva, el corazón de África sigue latiendo sin parar y está esperando a todos los interesados para dejarles boquiabiertos durante una larga temporada.
Recuerdos y latidos africanos