El primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, y el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, han advertido tras reunirse este miércoles en Atenas que sólo hay futuro para sus países cumpliendo las reglas de la Unión Europea y del euro y respetando los compromisos adquiridos, que es lo que genera «estabilidad, certidumbre y confianza». Y en este contexto no cabe prometer lo que es «imposible» cumplir, porque sólo producirá frustración.
Ambos mandatarios han querido subrayar estos mensajes en la rueda de prensa conjunta que han ofrecido tras la visita de Rajoy al dirigente griego, inmerso en una campaña electoral y en plena batalla por frenar el ascenso de Syriza y de sus mensajes contra la ‘troika’ europea. De fondo, el crecimiento también en España de Podemos y el paralelismo político de ambos países.
«Nuestro futuro común se encuentra en Europa», ha proclamado el presidente español, que junto a su homólogo griego ha tratado de resaltar los datos que indican la recuperación económica en ambos países: creación de empleo y crecimiento económico por encima de la media comunitaria.
«LA GENTE SE TIENE QUE DAR CUENTA»
Si los indicadores de empleo y PIB siguen mejorando, «todos los demás temas se van a ir resolviendo», según Rajoy, que ha tenido un mensaje de apoyo a Samaras, líder de Nueva Democracia, en su campaña electoral: «En Grecia se ha hecho un esfuerzo muy importante y la gente se tiene que dar cuenta».
Los dos han defendido que las reformas estructurales de sus gobiernos han sido las que encaminan a sus países hacia la salida de la crisis –«están dando frutos»– y que esta sólo es posible, han insistido, con más integración europea, un euro reforzado y cumpliendo los compromisos adquiridos con los socios comunitarios.
«Requiere compromisos constructivos, no unilateralismo y confrontación. Las normas se pueden cambiar, pero lo primero es respetarlas y honrar los compromisos. Europa se construye desde el compromiso constructivo, no desde la ruptura unilateral de las reglas del juego», ha sentenciado Mariano Rajoy.
SYRIZA, PODEMOS Y LA DESCONFIANZA
El jefe del Ejecutivo español ha añadido otra advertencia, que esa lucha por la recuperación económica iniciada exige estabilidad. «No inestabilidad. Necesitamos certidumbre y confianza, no incertidumbre y desconfianza», ha dicho.
Mariano Rajoy no han querido hablar del ascenso de Syriza y de Podemos en sus respectivos países. «No es que no quiera responder, es que no he venido aquí a hablar de otras fuerzas políticas», ha dicho el español.
«Vengo a defender unas políticas que han sido duras, difíciles, complicadas, que han supuesto decisiones que a los gobernantes no les gusta tomar, pero eran necesarias y además han producido resultados», ha dicho, para apuntillar: «Los demás pueden decir lo que quieran, sólo quiero señalar que prometer cosas que son imposibles no tiene sentido y genera enorme frustración».
El líder de la Nueva Democracia sí ha hablado directamente de su adversario político, para censurar que prometa una negociación nueva con la UE de las condiciones del rescate griego, que busque situarse frente a Europa. «No puede ser que con cada nuevo gobierno se vuelvan a plantear todos los asuntos y que cambien las reglas», ha contestado, y ha asegurado que Grecia negocia la última fase del actual memorándum de la deuda.
«La negociación aspira a dejar atrás ese memorándum, a entrar en una nueva era. Quien dice que la deuda no es viable, es como decir a los mercados que no nos presten dinero, inevitablemente nos conducirá a un nuevo crédito, un nuevo memorando cuando estábamos terminando con el programa actual. El pueblo griego no quiere eso», ha defendido.
SOLIDARIDAD Y REGLAS
El primer ministro griego ha querido también resaltar que España es uno de los países que han prestado dinero a Grecia, miles de millones de euros abonados cuando «el pueblo español tenía muchos problemas».
«Esta solidaridad está regida por unas reglas que respetamos, pero también por unas reglas morales que nunca vamos a olvidar: quién nos ayudó en una situación difícil», ha dicho Samaras, para insistir en la idea de que «solidaridad y responsabilidad van juntas».
EUROPA PRESS