Samsung Electronics construirá una planta de producción de microprocesadores en la localidad texana de Taylor, en Estados Unidos, en la que invertirá alrededor de 17.000 millones de dólares (15.112 millones de euros) y que permitirá crear más de 2.000 empleos tecnológicos directos, además de otros miles de puestos de trabajo indirectos en la región.
El importe total anunciado para el desarrollo de esta nueva planta, incluidos edificios, mejoras de propiedad, maquinaria y equipo, supondrá la inversión más grande jamás realizada por Samsung en los EE.UU., donde cuenta con más de 20.000 empleados, elevando a más de 47.000 millones de dólares (41.780 millones de euros) la inversión de la compañía en el país desde el comienzo de sus operaciones en 1978.
El comienzo de las obras de la nueva planta de Samsung está previsto para la primera mitad de 2022 con el objetivo de que las instalaciones sean operativas en el segundo semestre de 2024.
Como parte de su inversión en la comunidad, Samsung también contribuirá con apoyo financiero para la creación de un Centro de Habilidades de Samsung para el Distrito Escolar Independiente de Taylor (ISD) con el fin de ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades para sus carreras futuras, así como brindar oportunidades de realizar prácticas y de contratación.
La multinacional seleccionó Taylor como ubicación de su nueva planta en EE.UU. tras evaluar varias posibilidades en el país en función de múltiples factores, incluido el ecosistema de semiconductores local, la estabilidad de las infraestructuras, el apoyo del Gobierno local y las oportunidades de desarrollo comunitario.
En particular, la proximidad de la localidad con la planta de fabricación que Samsung tiene en Austin, a unos 25 kilómetros al suroeste de Taylor, permite que ambas ubicaciones compartan infraestructura y los recursos necesarios.
«Samsung está sentando las bases para otro capítulo importante en nuestro futuro «, dijo Kinam Kim, vicepresidente y director ejecutivo de la División de Soluciones de Dispositivos de Samsung Electronics. «Con una mayor capacidad de fabricación, podremos atender mejor las necesidades de nuestros clientes y contribuir a la estabilidad de la cadena de suministro global de semiconductores», añadió.