Sánchez apostó por la banca pública al retomar el poder en el PSOE, pero desechó la idea al convertirse en presidente

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apostó por la banca pública cuando retomó el control del PSOE en junio de 2017, pero prescindió de la idea al llegar a La Moncloa, ya que la misma no fue impulsada por el nuevo Ejecutivo y no figuró en los programas socialistas de las dos elecciones generales celebradas en 2019.

Esta cuestión de la banca pública ha vuelto a la palestra pública en las últimas horas al anunciarse que Caixabank y Bankia estudian su fusión para convertirse en la primera entidad financiera privada española. Esto podría implicar el fin de la posibilidad de que Bankia funcione como banco público, ya que en la actualidad su mayor accionista es el Estado.

En este sentido, Podemos, uno de los integrantes del Ejecutivo de coalición que preside Sánchez, ha venido defendiendo la existencia de la banca pública, mientras que el PSOE cambió de criterio entre su último congreso, en junio de 2017, y las dos elecciones generales de 2019.

El congreso socialista de hace tres años, el número 39, decía en sus resoluciones que “si no lo remediamos avanzaremos hacia un sistema de fuerte concentración bancaria”, por lo que “es necesario revertir esa tendencia, como garantía de una economía productiva que disponga de recursos de inversión y crédito, mediante la creación de un sector de Banca Pública, dirigida a garantizar el crédito para inversiones a largo plazo, y otro de Banca Cooperativa y Social”.

TRAS LA MOCIÓN DE CENSURA

Se da la circunstancia de que este congreso del PSOE de 2017 fue en el que Sánchez recuperó el puesto de secretario general del partido, del que dimitió un año antes al negarse a aceptar el criterio de la Ejecutiva socialista de abstenerse en el Congreso para facilitar la investidura de Mariano Rajoy.

La posición del PSOE y de Sánchez a favor de la banca pública cambió en las elecciones generales de abril y noviembre de 2019, que el de nuevo líder socialista afrontó ya como presidente del Gobierno, después de que Rajoy fuera apartado del cargo con una moción de censura en junio de 2018.

Posteriormente, en los programas electorales socialistas de abril y noviembre de 2019 ya no se alude a la banca pública, como tampoco en el documento que este partido difundió el 13 de octubre del año pasado y destinado a lograr acuerdos que posibilitasen la investidura.

En estos tres documentos no se alude a la banda pública y la referencia más próxima a al sector financiero es la referida a incrementar la protección de los clientes. Así, en estos casos se apunta por tramitar “una nueva Ley de protección del cliente financiero” para aumentar la defensa de los usuarios.