El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado este miércoles en el Congreso la necesidad de reformar el mercado de electricidad pese a las resistencias encontradas en la última reunión del Consejo Europeo para lograr una solución común a la escalada de precios propiciada por el alza del gas.
Sánchez ha justificado que este sistema marginal «tuvo sentido hace 30 o 40 años» pero que ahora «resulta palmario», a su juicio, que el precio de la electricidad, generada en muchas ocasiones a muy bajo coste, no debería estar vinculado a la generación a través del gas, cuyo precio está disparado en estos momentos.
Así lo ha manifestado en su intervención ante la Cámara Baja, a la que ha acudido para dar cuenta del cambio de posición de España en el conflicto del Sáhara Occidental, de las últimas cumbres de la OTAN y del Consejo Europeo y del plan económico del Gobierno para hacer frente a las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania.
EL TOPE AL GAS NO SUBVENCIONARÁ LAS INSTALACIONES
El presidente ha informado al Congreso que esta misma semana enviará a la Comisión Europea la propuesta para poder desvincular el precio de las instalaciones de ciclos combinados, que generan electricidad a partir del gas, y que en cuanto obtengan respuesta de las autoridades europeas aprobarán este mecanismo «inmediatamente» para abaratar el precio de la luz.
En este sentido, ha recalcado que la medida en la que trabaja el Gobierno «no supone subvenciones al gas, no distorsionan los incentivos a las energías limpias ni los flujos de electricidad entre países». Tras ser preguntado por varios grupos sobre la fórmula para desvincular el gas, Sánchez ha recordado que la medida tendrá que ser acordada con Portugal y con el Ejecutivo europeo.
RECUERDA QUE LA OPOSICIÓN LE TACHÓ DE «POCO MENOS QUE CHAVISTA»
Por otro lado, ha presumido de la «posición de liderazgo» del Gobierno en el debate europeo, de que el año pasado aprobó un recorte a los ingresos de las compañías eléctricas por el que «fue tachado de poco menos que chavista o intervencionista» pero que estas medidas «hoy son asumidas por la Comisión Europea y son propuestas españolas».
Varios socios del Gobierno, como Esquerra Republicana, EH-Bildu o Más País-Equo, han exigido al Gobierno llevar más lejos este recorte y aplicar un impuesto sobre los beneficios de las eléctricas, multiplicados durante el año pasado y de los que se esperan aún más este año, consecuencia de la crisis energética.
Sánchez ha esgrimido que este mecanismo se ha prorrogado hasta el 30 de junio y que además se ha introducido en el decreto ley de respuesta a la guerra «ciertas modificaciones para mejorar su eficacia». «Vamos a ser más rotundos y eficaces contra los beneficios caídos del cielo de las grandes corporaciones eléctricas de nuestro país», ha dicho el presidente.
«EL GOBIERNO BAJA IMPUESTOS PERO DONDE TIENE QUE BAJARLOS»
Por otro lado, el presidente ha puesto en valor la prórroga de rebajas fiscales a la electricidad –IVA al 10% desde el 21%, Impuesto Especial sobre la Electricidad al mínimo legal del 5,11% al 0,5%, y suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica del 7%– esgrimiendo que «este Gobierno baja impuestos, pero donde tiene que bajarlos, que es al precio de la luz».
En este sentido, Sánchez ha destacado que esta rebaja supone aligerar un 60% la carga fiscal aplicada a la electricidad y que, de mantener durante todo el año esta rebaja, el impacto supondría entre 10.000 y 12.000 millones de euros.
Por otro lado, también ha destacado cómo el decreto ley contra la crisis recoge una actualización del régimen retributivo específico de las renovables, cogeneración y residuos –las llamadas primas a las renovables, conocido como ‘Recore’– que durante todo el año supondrá otros 1.800 millones de euros menos en cargos de la factura de la luz, en un 55%.