Lo hará en la primera sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja tras el receso estival que tendrá lugar después de los contactos que mantuvo esta semana con los portavoces de los distintos grupos de la oposición con el fin de sondear los apoyos con los que contaría para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y para renovar los órganos constitucionales.

El jefe del Ejecutivo tendrá que responder a preguntas relacionadas con la pandemia del coronavirus tras los rebrotes surgidos en el país y su incidencia en múltiples aspectos del día a día de los ciudadanos, siendo el más cercano en el tiempo la vuelta al colegio de los alumnos, un asunto que abordó con los presidentes de las comunidades autónomas en la Conferencia de Presidentes celebrada el viernes.

De este modo, Sánchez tendrá que responder a la pregunta que le formulará el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado, sobre si da por derrotado al virus. Esta cuestión previsiblemente servirá de excusa a ambos para enzarzarse en un rifirrafe a cuenta de la gestión de la pandemia, habida cuenta de la reunión que ambos mantuvieron recientemente en el Palacio de La Moncloa que se saldó sin acuerdos.

También tendrá dar que cuenta de la pregunta que le planteará el presidente de Vox, Santiago Abascal, acerca de si tiene previsto continuar “anteponiendo su agenda ideológica a las verdaderas necesidades de los españoles”, una cuestión que abrirá la puerta a que éste enumere sus tradicionales y manidas acusaciones al Gobierno de convertir a España con su gestión en una suerte de satélite del comunismo, lo que daría pie a que el jefe del Ejecutivo agite los fantasmas de la extrema derecha.

Por último, el presidente del Gobierno habrá de contestar al portavoz de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, sobre cómo piensa resolver los “incumplimientos” en las ayudas anunciadas durante la pandemia. La respuesta a esta pregunta tiene interés, ya que podría ser utilizada por Sánchez para lanzar algún guiño a la formación republicana con el fin de atraerla a negociar y, en su caso, apoyar los presupuestos.