Pedro Sánchez inicia hoy lo que será la primera visita oficial de un Jefe de Gobierno español a Cuba en 32 años. En la comitiva oficial figuran ejecutivos de mas de 20 empresas españolas que sostendrán reuniones con representantes de un incipiente sector de «cuentapropistas» (pequeños empresarios) cubanos, forjados al calor de las reformas moderadas del ex-presidente cubano Raúl Castro.
Sánchez ha expresado que el objetivo de la visita es profundizar las relaciones entre los dos países, cuyo comercio anual se cifra en cerca en 1.130 millones de euros, de acuerdo a estadísticas del gobierno Cubano. Según declaraciones de una fuente del gobierno español a Reuters, este último «está interesado en que las empresas españolas se posicionen bien para acceder a los contratos más importantes ahora que Cuba ha comenzado a abrirse».
Por su parte, Cuba lleva adelante esfuerzos diplomáticos para atraer inversiones y financiación desde otras regiones del mundo, tras la paralización del proceso de «deshielo» de sus relaciones con EEUU que supuso la llegada de Trump a la Casa Blanca.
La agenda de la visita no contiene encuentros con la disidencia cubana, una decisión que ha sido criticada por distintas organizaciones de Derechos Humanos dentro y fuera de España.