Santander gana 1.840 millones en el primer trimestre, un 10,41% menos

El Grupo Santander obtuvo un beneficio atribuido de 1.840 millones de euros en el primer trimestre de 2019, cifra que supone un descenso interanual del 10,41% debido a un cargo neto de 108 millones de euros con motivo de la venta de activos y el proceso de reestructuración en Reino Unido y Polonia.

El banco generó varios extraordinarios en el trimestre: uno positivo, por valor de 150 millones derivado de las plusvalías cosechadas por la venta de la participación del 51% de Prisma en Argentina, y otros dos negativos por un valor superior que dejan al final dicho cargo de 108 millones. Por un lado se anotó, en concreto, 180 millones en pérdidas derivadas de enajenar una cartera de inmuebles residenciales en España y por otro lado detrajo 78 millones adicionales en los costes de reestructuración en Reino Unido y Polonia.

La evolución de la cuenta no refleja así la tendencia del negocio ordinario que fue “sólida”, con un aumento del margen de intereses del 3%, hasta 8.682 millones, y una reducción de los gastos del 2%, sin inflación, informó hoy la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La evolución en los márgenes es fruto de la expansión en los préstamos y depósitos del 4% y 5%, respectivamente, frente al mismo periodo del año anterior en euros constantes (depurado el impacto de los tipos de cambio).

En paralelo aumentó el número de clientes vinculados, aquellos que usan Santander como banco principal, en 1,8 millones, hasta los 20,2 millones; mientras que el número total de clientes engordó en otros cinco millones, hasta totalizar los 144 millones en todo el mundo.

Sin embargo, la cuenta sufrió también impactos negativos por los menores ingresos de mercados, un ajuste por la elevada inflación en Argentina y la entrada en vigor de la nueva contabilidad sobre operaciones de ‘lease-banck’ (la conocida como NIIF 16), junto a una subida del 7% en los impuestos en euros constantes.

Tras recoger todas esas evoluciones el beneficio antes de impuestos creció un 3% en euros constantes, aunque cae en el atribuido neto. El Santander reivindicó, sin embargo, que se mantiene como uno de los bancos más rentables y eficientes entre sus comparables, con un retorno sobre el capital tangible (RoTE) contable del 11,2% y una ratio de eficiencia del 47,6%.

Por lo que respecta a la calidad del balance, la tasa de morosidad descendió en 40 puntos básicos, hasta el 3,62%. Concluyó marzo además con un ratio de solvencia CET1 del 11,25%, gracias a que la generación orgánica de 20 puntos básicos compensó parcialmente los impactos regulatorios.

“El beneficio ordinario creció en siete de nuestros diez mercados principales. Estados Unidos fue nuevamente el de mayor crecimiento, con un beneficio atribuido que subió un 46% respecto al mismo periodo de 2018, mientras que Brasil y México mantienen el impulso positivo de los últimos años. Estos resultados se han logrado en un contexto operativo difícil, sobre todo en Reino Unido y Europa”, detalló la presidenta del Santander, Ana Botín, quien ratificó el objetivo del banco de elevar su rentabilidad medida en RoTE al 13-15% “a medio plazo”.

En la actualidad América aporta el 52% del beneficio ordinario del banco y Europa, el 48%. Por países, Brasil se mantiene como el mercado que más contribuye, con un 29% del beneficio atribuido del Grupo, seguido de España con un 16%, Santander Consumer Finance con un 13% y Reino Unido con un 11%.

En Brasil su resultado aumentó un 7%, hasta 724 millones de euros (crece el 15% en euros constantes), con expansiones de dos dígitos en créditos y depósitos.

En España, las sinergias de la integración del Popular ayudaron a una reducción en costes del 5,7%. Su beneficio cae, sin embargo, un 11%, hasta 403 millones, por la comparación con un trimestre de 2018 que se vio favorecido por ventas de deuda y mercados de capitales más favorables.

El beneficio de la franquicia de crédito al consumo Santander Consumer Finance subió un 1%, hasta 325 millones de euros, y en México lo hizo un 18%, hasta 206 millones.

El peor desempeño lo acusó En Reino Unido, cuyo beneficio atribuido cayó un 36%, hasta 205 millones de euros, tras dotar 66 millones por costes de reestructuración. Sin este impacto, el beneficio ordinario limitaría la caída al 15% por la presión en márgenes de la alta competitividad y mayores costes de inversión y regulatorios.

En Estados Unidos, en cambio, el beneficio aumentó un 46%, hasta 182 millones, con costes a la baja y “evolución positiva de las principales líneas de negocio”.