Este 23 de marzo se cumplen 22 años de la destrucción controlada, en 2001, de la Estación Espacial Mir, orgullo del programa espacial soviético en los años 80.
Con su primer módulo lanzado en 1986, la Mir (paz en ruso) fue la primera estación espacial de investigación en estar habitada de forma permanente. Diseñada para estar funcionando durante tan solo 5 años, lo hizo durante 13 años. A través de numerosas colaboraciones internacionales, fue accesible a cosmonautas y astronautas.
Precursora de la Estación Espacial Internacional, la Mir fue ensamblada en órbita al conectar de forma sucesiva distintos módulos, cada uno lanzado de forma separada desde el 19 de febrero de 1986 hasta el año 1996, informa Wikipedia.
Estaba situada en una órbita entre los 300 y 400 kilómetros de la superficie terrestre, orbitando completamente la Tierra en menos de dos horas. Con capacidad para tres triplantes, su masa total alcanzó las 129 toneladas, y sus dimensiones llegaron a 19 metros de longitud, 31 metros de ancho y 27,5 metros de altura.
Sirvió como laboratorio de pruebas para numerosos experimentos científicos y observaciones astronómicas, estableciendo récords de permanencia de seres humanos en el espacio.
Tras un incendio en 1997, a estación empezó a quedarse vieja y obsoleta, con la consecuente cadena de fallos que prosiguió hasta su desorbitación y desintegración en la atmósfera. Fue destruida de forma controlada el 23 de marzo de 2001, precipitándose sobre el océano Pacífico.