La confianza de los consumidores germanos ha empeorado sustancialmente de cara al mes de diciembre como consecuencia de las preocupaciones respecto de la debilidad de la economía de Alemania y el creciente temor sobre la seguridad del empleo ante los recientes anuncios de despidos por parte de empresas alemanas, lo que ha impulsado la voluntad de ahorro frente a las expectativas de ingresos y gasto de los hogares.
Según los últimos resultados del informe GfK Consumer Climate, elaborado por GfK y el Nuremberg Institute for Market Decisions (NIM), el dato de confianza para diciembre ha bajado hasta -23,3 puntos desde los -18,4 del mes anterior, su peor lectura desde mayo y un nivel similar al de diciembre de 2023.
«Las últimas semanas del año terminan con un importante retroceso en el sentimiento del consumidor», ha reconocido Rolf Bürkl, experto en consumo de NIM, para quien la incertidumbre de los consumidores ha vuelto a aumentar recientemente, como demuestra la creciente disposición a ahorrar.
«Hay que añadir otro factor de incertidumbre: la preocupación por la seguridad laboral en Alemania. Las razones de ello son sin duda los recortes de empleo anunciados por la industria y la deslocalización de la producción en el extranjero», ha apuntado.
La última edición del estudio constata que las esperanzas iniciales de una cautelosa recuperación económica «se desvanecieron» y los alemanes siguen teniendo una visión pesimista de la situación económica para los próximos 12 meses, con una caída del indicador correspondiente de 3,6 puntos, la cuarta consecutiva, hasta -3,6 puntos, el peor resultado desde febrero.
Asimismo, las expectativas de ingresos de los consumidores para el próximo año cayeron debido al creciente temor a una recesión, con una caída de 17,5 puntos del indicador, que baja a -3,5 puntos, en mínimos también de febrero de 2024.
«Los consumidores alemanes vuelven a ser menos optimistas sobre su situación de ingresos prevista. Sobre todo porque el aumento salarial esperado de alrededor del 2% en 2025 significa que es probable que el crecimiento de los ingresos reales sea cosa del pasado», señalan los autores del estudio.
De su lado, a raíz de la caída de las expectativas de ingresos, la disposición a comprar también muestra ligeras pérdidas, con una bajada de 1,3 puntos del indicador, que pasa a situarse en -6 puntos, un resultado que «sigue siendo extremadamente bajo».