El espectáculo más caro del panorama deportivo, la Super Bolw, ya tiene nuevo campeón. Son los Seattle Seahawks, que por primera vez en su historia se hacen con este triunfo. En un partido muy completo, el conjunto de Washington no dio oportunidad a los Denver Broncos, que durante los dos primeros tiempos no supieron ni pudieron inaugurar su marcador.
Más allá de los millonarios anuncios publicitarios y las actuaciones musicales del descanso, este año a cargo de Bruno Mars y Red Hot Chili Peppers, anoche en New York se vivió un autentico recital de los Seattle Seahawks. Desde el pitido inicial, el conjunto entrenado por Pete Carroll comenzaron a asediar la zona defensiva de Denver y demostraron que el nivel de concentración era muy superior a la de sus rivales. Gracias a ese gran comienzo, el partido estaba resulto antes del parón y solo un milagro de los Broncos podía remediarlo.
Pero no llegó tal milagro y el marcador final de 43-8 deja patente la superioridad sobre el césped de los Seattle Seahawks. Con esta amplia diferencia, el conjunto de Washintong se anota su primera Super Bowl, con un conjunto más joven que Denver, pero demostrando la calidad que atesora. El MVP (jugador más valorado del partido) fue para Malcolm Smith, defensa de Seattle, que al igual que su hermano ya cuenta con su primer anillo de la NFL.