Si se desea salvar la vista de un hijo, es posible con Orto K

La miopía se ha convertido en un problema de salud pública en las últimas décadas. Una afección que cada vez más niños y niñas padecen, además, en edades tempranas. Por esta razón, los profesionales de la visión recomiendan métodos de control y detección precoz de la miopía.

Según un reciente estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Europea, publicado en Journal of Clinical Medicine, el 19% los menores residentes en España entre cinco y siete años padecen miopía. La estimación para 2030 es que esa cifra ascienda al 30,2 % (solo en nuestro país), si continúa el ritmo de crecimiento. 

Para llegar a esta estimación, los investigadores tomaron una muestra de 14.629 participantes de diferentes comunidades autónomas, a los que se les realizó una medición de agudeza visual y la determinación de la refracción objetiva y subjetiva. Los resultados establecieron que la tasa actual de miopía en los niños españoles de esa franja de edad es del 19%, una prevalencia que aumentaba progresivamente a medida que los niños crecían (la muestra se tomó entre 2016 y 2021). 

Según el estudio, para 2030 uno de cada tres niños entre cinco y siete años será miope si continúa esta tendencia de crecimiento observada en estos últimos cinco años. De los cuales un 7,3% sufrirá miopía alta. “Con el fin de evitar alcanzar esas cifras se deben proponer acciones que promuevan hábitos saludables entre los niños como pasar más tiempo al aire libre, disminuir el uso de dispositivos digitales y dormir más horas”, recomiendan Miguel Ángel Sánchez Tena y Cristina Álvarez Peregrina, investigadores del Departamento de Optometría y Visión de la UCM.

La exposición a las pantallas, un factor clave en el desarrollo de la miopía

Las cifras son tan alarmantes que los profesionales de la salud visual han empezado a tomar medidas como, por ejemplo, el taller “Frenar la miopía” que ya está impartiéndose en centros educativos. Una iniciativa pionera que imparten los expertos de la visión, pero que también está diseñada específicamente para que sean los mismos profesores y las familias de los estudiantes quiénes impartan el taller si así lo desean. 

A través de dos personajes, Vicky y Luka cuya misión es combatir la miopía, los niños aprenden el funcionamiento del sistema ocular, cuáles son los problemas de visión más frecuentes y, por supuesto, consejos para cuidar la vista y llevar unos hábitos saludables. Entre ellos, evitar el uso abusivo de las pantallas. Según un estudio de AMIRES, la Asociación de Miopía Magna con Retinopatías, es un factor que influye directamente en el desarrollo de esta afección. De hecho, su uso es más frecuente entre los miopes. 

¿Cómo proteger la vista de los hijos?

Además de fomentar unos hábitos de vida saludables y realizar una revisión anual con un profesional de confianza, existe una alternativa a los métodos tradicionales que, no solo sustituye el uso de gafas o lentillas, sino que actúa como un eficaz método de control de la miopía, ralentizando su avance en un 32-63%. Se habla de las lentes Orto K. Unas lentillas que se utilizan exclusivamente durante las horas de sueño y que cada vez más padres eligen para salvar la vista de sus hijos de patologías más graves.

¿Cuál es el funcionamiento de las lentes Orto K?

Aunque se suele pensar que la miopía infantil es una condición del desarrollo, la realidad es que es una enfermedad que puede controlarse si se trata en edades tempranas. Y, aunque las gafas y las lentillas sirven para corregirla, no tienen ningún efecto preventivo. Las lentes Orto K sí. Al utilizarse para dormir, hacen que la capa más externa del ojo se adapte suavemente a la forma de la lente. Este cambio de curvatura que se produce en el ojo apenas es perceptible, no causa ninguna molestia y, sin embargo, es suficiente para que tras horas de sueño el ojo se haya adaptado perfectamente. De esta manera, permite que durante el día un niño pueda tener una visión totalmente normal, a la vez que previene el aumento de su miopía.

Beneficios de las lentillas para dormir

Otra de las ventajas de las lentillas pijama es que les permite tener libertad total de movimientos. No importa que sea verano, se vaya a la piscina, a la playa, se juegue al fútbol o se practique esgrima, porque las lentes Orto K se utilizan mientras duermen para que durante el día puedan ver bien sin tener que llevar gafas o lentillas o limitar el estilo de vida. 

Según la Asociación de Optometristas, la ortoqueratología es el medio no invasivo más indicado para desacelerar la progresión de la miopía y otros defectos visuales en niños en edad escolar. La razón es que, cuando se aplica este tipo de tratamiento en un ojo aún en desarrollo, el desenfoque periférico que genera el moldeo disminuye el estímulo para el crecimiento axial del ojo que conlleva el aumento de la miopía. Es decir, con el uso de lentes Orto K, se puede llegar o corregir o reducir el aumento de la miopía. En el caso de la hipermetropía puede corregir entre 0,5 y 4 dioptrías en adultos.

Si existe la pregunta “¿pueden los niños llevar lentillas?”, los expertos en salud visual afirman que a partir de los 6 años ya están preparados para tolerar las lentes de contacto. De hecho, según el estudio “Contact Lenses in Pediatrics (CLIP)”, elaborado por el Colegio de Optometría de Ohio, la Facultad de Optometría de Nueva Inglaterra y la Escuela de optometría de la Universidad de Houston, los niños se adaptan fisiológicamente a las lentes de contacto de forma similar a los adolescentes y son capaces de cuidar de manera adecuada de las lentillas. Los menores entre 8 y 12 años que participaron en el estudio necesitaron un tiempo adicional de apenas 10 minutos, que se emplearon principalmente en explicarles cómo insertar y extraer las lentes.

Pero más allá de la edad, existen otros factores que es importante tener en cuenta y es necesario estudiar cada caso individual. Si quieres resolver todas las dudas sobre Orto K y salvar la visión de los hijos, Avanlens, especialistas en contactología avanzada, ayudan a hacerlo. Ponerse en buenas manos para cuidar la salud visual de los tuyos.