Solvencia, liquidez y el valor de tomar decisiones informadas

¿Conocen los responsables de las empresas los verdaderos indicadores de solvencia de sus negocios? La morosidad ha sido una de las palabras clave durante los últimos años en los que las empresas han tenido que surfear sobre una crisis que amenazaba con acabar con todo el sistema.

 

Sin embargo, las últimas cifras del Banco de España ya mostraban una reducción en la morosidad tanto de particulares como empresas. En 2017, la morosidad alcanzó los 97.691 millones, un 7,79%. Se trata del nivel más bajo desde diciembre de 2011, cuando marcaba el 7,61%.

 

De esa cifra, el 62% corresponde al sector empresarial. Lo que hace esencial contar con soluciones como las que ofrece Equifax, compañía global de soluciones de información que transforma conocimiento en Insights.

 

Datos de analistas ponen de relieve que Europa es el continente con peor ratio de morosidad. De hecho, según la Autoridad Bancaria Europea, más de un 20% de países de la UE tienen un nivel de morosidad superior al 10%.

Solvencia Vs. liquidez

La solvencia de una empresa tiene que ver con la capacidad para satisfacer deudas o cumplir con las obligaciones pactadas. Por tanto, los indicadores de solvencia a tener en cuenta pasan por conocer dos aspectos básicos:

  1. La capacidad de la empresa para generar recursos financieros suficientes.
  2. Hasta qué punto es posible que pague a todos sus proveedores en los plazos pactados .

 

Sin embargo, es importante no confundir liquidez con solvencia. La primera hace referencia a la capacidad para atender las obligaciones de corto plazo de una empresa. Por su parte, los indicadores de solvencia se centran en la misma capacidad pero para atender las obligaciones a largo plazo.

 

Para entenderlo en la práctica, simplemente es necesario ver cómo algunas prácticas han hecho que muchas pymes hayan hecho de bancos financiando otros negocios con los plazos de cobro. Algo que aún se mantiene pese a que se haya reducido de 95 días de promedio de plazo de cobro en el año 2000 a 80 en 2015.

Indicadores de solvencia según las agencias de rating

¿Cómo se puede saber si una empresa es solvente? Lo principal es contar con la información adecuada y en tiempo real. Por ejemplo, pudiendo realizar consultas al fichero de morosidad.

 

O teniendo acceso al Fichero ASNEF, una base de datos de incumplimiento de obligaciones dinerarias propiedad de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito explotado por ASNEF-Equifax y gestionado por Equifax.

 

Además, siempre es interesante estar al tanto de los principales indicadores de solvencia para clasificar el crédito. Ratios que se aplican tanto a entidades financieras como a empresas o, incluso, países.

 

Las escalas de estos indicadores de solvencia utilizadas por las tres principales empresas de ratings para calificar los riesgos son:

  1. Moody’s Investor Service. Califica las emisiones de deuda teniendo en cuenta su plazo. Así, diferencia entre deuda de corto plazo, si es vencimiento menor a un año, y deuda de largo plazo. La primera va de la Prime-1 a Not prime. Y la segunda de grado AAA a C, el más bajo, que indica una altísima probabilidad de incumplimiento.
  2. Standard & Poor’s, que califica las emisiones dependiendo del plazo de su emisión. Los indicadores de solvencia y estabilidad utilizados van de AAA, la calificación más alta en fiabilidad, a C, en lo que respecta a operaciones a largo plazo. Por su parte, en las operaciones a corto los indicadores van de A-1 a D, que indica que son de imposible cobro.
  3. Fitch Ratings, Inc. En este caso se valoran las operaciones a corto plazo desde F1 para una máxima seguridad de pago a D. Mientras que los indicadores de solvencia a largo plazo son una escala desde la máxima seguridad de la AAA a la posible deuda con impagos que se indica con la D.