La agencia de calificación crediticia S&P Global ha decidido este viernes mantener el rating de España en A/A-1, con perspectiva estable, según ha informado en un comunicado.
Pese las «fragilidades políticas», con un Gobierno que depende «del apoyo de un grupo heterogéneo de partidos» lo que podría afectar a la aplicación de políticas, la agencia señala que la economía española «parece resistente» y espera que el PIB real «se expanda en 2,0% en promedio durante el período 2024-2027, frente al 1,2% en la eurozona».
En este punto, S&P pone en valor los factores positivos de la economía española. En concreto, destaca que «las exportaciones netas seguirán siendo clave», especialmente por los ingresos por turismo, que «mantuvieron a flote las exportaciones en 2023».
La agencia subraya que, respecto al mercado laboral, que el empleo formal «ha aumentado anualmente durante los últimos 35 meses» y «continúa a un ritmo de alrededor del 2,6% interanual». Así, apunta a que la elevada deuda pública «disminuirá lentamente», a pesar del «fuerte crecimiento económico nominal, debido al enfoque gradual del gobierno hacia la consolidación fiscal durante 2024-2027, en medio de tipos de interés más altos y presiones de gasto».
En este punto, S&P también hace referencia a la prorroga de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 por el adelanto electoral en Cataluña, asegurando que la ausencia de las cuentas públicas para 2024 «subraya el estancamiento político de España, que podría provocar retrasos» y obstaculizar la aplicación de reformas e inversiones de los fondos europeos Next Generation.
Por último, la agencia destaca que la inflación «está disminuyendo» y cree que el promedio anual puede caer al 3,1% en 2024 gracias a los menores precios mundiales de la energía y al ajuste monetario del BCE.