El grupo de automoción internacional Stellantis ha recortado sus previsiones de resultados para el ejercicio de 2024 y espera un margen de ingresos operativos ajustados (AOI) de entre el 5,5% y el 7%, por debajo del porcentaje de «doble dígito» anterior.
En un comunicado publicado este lunes, el grupo dueño de marcas como Fiat, Peugeot o Citroën entre otras, avisa de que aproximadamente dos tercios de la reducción del margen del AOI se debe a sus medidas correctivas en su mercado en América del Norte. Otros factores que contribuyen, señala, incluyen el rendimiento de ventas inferior al esperado en la segunda mitad del año en la mayoría de las regiones donde opera.
El grupo automovilístico creado en 2021 a partir de la fusión de Groupe PSA y Fiat Chrysler Automobile indica que ha acelerado su plan de normalización de los niveles de inventario en EE.UU., con el objetivo de no tener más de 330.000 unidades de inventario en concesionarios para finales de 2024, adelantando así este objetivo que tenía fijado para el primer trimestre de 2025.
Para lograrlo pretende una reducción de envíos en Norteamérica de más de 200.000 vehículos en el segundo semestre de 2024 (el doble de la reducción que tenía previamente planificada), en comparación con el mismo periodo del año anterior, así como aumentar gastos en incentivos en vehículos del año modelo 2024 y anteriores, y mejoras en la productividad que abarcan ajustes de costes y capacidad.
Stellantis explica que esta revisión que hace a su orientación financiera refleja sus decisiones de ampliar significativamente las medidas que ha implementado para remediar sus problemas de rendimiento en América del Norte, así como el deterioro en la dinámica de la industria global.
En este sentido, señala que el deterioro en el panorama de la industria global refleja una previsión de mercado para 2024 más baja que al comienzo del período, mientras que las dinámicas competitivas se han intensificado debido tanto al aumento de la oferta en la industria como a la mayor competencia proveniente de china.
FLUJO DE CAJA LIBRE DE ENTRE -5.000 Y -10.000 MILLONES
Por otro lado, Stellantis apunta a que su flujo de caja libre industrial se espera que varíe entre los -5.000 millones y -10.000 millones de euros, desde la proyección anterior que la empresa tenía de «Positivo».
El fabricante señala que esto refleja principalmente la perspectiva sustancialmente más baja del AOI, así como el impacto de un capital de trabajo temporalmente elevado en la segunda mitad de 2024.
No obstante, Stellantis afirma que continuará aprovechando y expandiendo sus diferenciadores competitivos y cree que las acciones de recuperación que se están implementando «garantizarán un mejor desempeño operativo y financiero en 2025 y más allá».
Las acciones de Stellantis cayeron más de un 8% en la bolsa París hasta su nivel más bajo en operaciones intradía desde diciembre de 2022.
RECORTE DE PREVISIONES DEL SECTOR DE AUTOMOCIÓN
Este recorte de previsiones, sin embargo, se unen a los que otros grupos de automoción internacionales han hecho a sus previsiones de resultados para este año, en medio de una bajada en la demanda de los vehículos eléctricos y el crecimiento de la competencia por la entrada de automóviles y fabricantes provenientes de China al continente europeo.
El pasado viernes Volkswagen redujo hasta los nueve millones su previsión de venta de automóviles para 2024 y espera que los ingresos del grupo ronden los 320.000 millones de euros, un 0,06% menos que hace un año, pero sustancialmente más bajos que el repunte de cinco puntos porcentuales que esperaba registrar a cierre de ejercicio.
Además, ha avisado de que esta situación también afecta a la marca deportiva de lujo del grupo, Porsche, que se ha convertido en el último fabricante alemán en ajustar a la baja sus previsiones de beneficios para el ejercicio 2024 y espera cerrar el ejercicio en un rango de entre los 2.400 y 4.000 millones de euros.
Los fabricantes se unen a la sueca Volvo y a las alemanas Mercedes-Benz y BMW, que han recortado a principios de mes sus previsiones para este año en lo que parece ser un ejercicio complicado para la industria de automoción europea.