Técnicas innovadoras para rejuvenecer la mirada

Una de las principales técnicas para renovar la mirada es el procedimiento de cambio color de ojos, o iridoplastia láser, así como también la blefaroplastia. Ambos procedimientos son capaces de rejuvenecer el área de los ojos garantizando una mirada diferente y más atractiva. Eyecos es una clínica oftalmológica con más de 10 años de experiencia, siendo líder mundial en láser para el cambio de color de los ojos, recibiendo pacientes de toda Europa occidental y América, especialmente Estados Unidos y Sudamérica.

Cambio de color de ojos

El uso de lentes de contacto de color es una de las soluciones que utilizan las personas para cambiar el color de sus ojos. Si bien puede ser una tarea tediosa el cambio constante y la sensación de las lentillas en los ojos, lograr un cambio en el color de los iris sigue siendo uno de los objetivos estéticos más deseados por muchos. Gracias al avance tecnológico en el sector estético, han surgido diversas técnicas quirúrgicas que son capaces de cambiar el color de los ojos de manera permanente, conocida como iridoplastia o despigmentación láser, que elimina de forma selectiva la melanina del iris, alterando el color de los ojos natural y permanentemente a través de la aplicación de impactos de láser sobre la superficie del iris, ocasionando la eliminación de la capa superficial pigmentada del iris y sin tocar las capas posteriores de menor pigmentación. Esta intervención tiene como principal objetivo la disminución de las capas superficiales pigmentadas del iris, para así poder alcanzar una apariencia de tonalidades más claras, con diferentes intensidades y dependiendo de cada paciente.

Rejuvenecer la mirada con láser

Otra técnica utilizada para darle un nuevo aspecto a la mirada es la blefaroplastia, un procedimiento sin cirugía que permite rejuvenecer el área alrededor de los ojos, más específicamente los párpados. Este procedimiento destaca debido a que reduce el sangrado, garantiza una menor inflamación y hematomas, una rápida recuperación, reducción del dolor y, además, mejores resultados asegurados. La blefaroplastia se realiza colocando anestesia local en la zona, para luego pasar un láser sobre el párpado superior, eliminando el exceso de piel. El procedimiento se repite en el párpado inferior para después utilizar una sonda láser que disuelve la grasa ubicada en dicha área. Gracias a que este procedimiento no quirúrgico, consiste en una pequeña incisión en una zona discreta para insertar la sonda láser, los resultados finales no dejan cicatriz. Su duración aproximada es de media hora y no requiere de hospitalización. Los médicos recomiendan la blefaroplastia a pacientes que quieran mejorar su aspecto de una manera sumamente natural, sin que se note, y dirigido principalmente a los mayores de 40 años.