Telefónica registró un beneficio neto de 2.849 millones de euros entre enero y septiembre, lo que supone un 9,4% menos que en el mismo periodo del año pasado (3.145 millones), según informó este miércoles la compañía. El importe neto de la cifra de negocio se situó en 37.978 millones en los nueve primeros meses del ejercicio, tras caer un 10,9% respecto a un año antes.
Desde el grupo que preside César Alierta señalaron que el comportamiento de los tipos de cambio impacta negativamente en la evolución interanual de la cuenta de resultados de enero-septiembre de 2014. En concreto, destacaron la depreciación del peso argentino, la devaluación implícita del bolívar venezolano derivada del nuevo sistema cambiario y la depreciación del real brasileño.
La multinacional española obtuvo un resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) de 12.325 millones, un 12,6% menos, mientras que el resultado operativo (Oi) descendió un 9,7%, hasta los 6.034 millones. En el tercer trimestre, Telefónica ganó 947 millones, un 13% menos, y facturó 13.021 millones, un 7,4% menos que en el mismo periodo de 2013.
Las ventas en España caen
En España, las ventas disminuyeron el 8% y se situaron en 8.985 millones en los nueve primeros meses, detalló Telefónica, que aseguró que el negocio en el país ha mostrado una «mejora en la evolución» gracias a la mayor actividad comercial y a la menor rotación de la base de clientes.
La deuda financiera neta se situó a cierre del trimestre en 41.200 millones. No obstante, incluyendo operaciones de gestión de la cartera de activos no incluidas a septiembre, como la compra de E-Plus o la venta de la participación en China Unicom, la deuda se situaría este año en 44.879 millones. Esta cifra supone una reducción de 502 millones frente a la del cierre de diciembre de 2013.
En el informe de presentación de los resultados, el presidente de Telefónica, César Alierta, subrayó el importante avance alcanzado en el tercer trimestre en el proceso de transformación de Telefónica y explicó que «el cierre de la operación de consolidación en Alemania y la adquisición de GVT en Brasil implican cambios estructurales en el posicionamiento de la compañía en dos de sus principales mercados y refuerzan la capacidad de crecimiento futuro».
Al mismo tiempo, hizo hincapié en el esfuerzo inversor que está realizando Telefónica en la modernización de las infraestructuras y diferenciación en la calidad de los servicios prestados.
En el tercer trimestre, añade Alierta, «se ha intensificado la captación de clientes de valor», con más de 8,5 millones de nuevos ‘smartphones’, casi medio millón de nuevos accesos de TV de pago o 265.000 nuevos accesos de fibra. Además, los crecimientos del tráfico de datos son superiores al 35% interanual en redes fijas y más del 50% en redes móviles.
Esta «explosión» del consumo de datos tiene «múltiples implicaciones», apuntó Alierta, quien explicó que por un lado requiere la construcción de infraestructuras «con mucha mayor capacidad y por tanto fuertes inversiones», pero «al mismo tiempo permite incrementar la diferenciación en la calidad de los servicios prestados para aquellos operadores con suficiente escala para afrontar el esfuerzo inversor».