Los 12.000 millones de ingresos del RETA sólo cubren el 72% de los gastos
«Claramente deficitario», con esta contundencia el Secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, ha apuntado a una posible reforma en el sistema de cotización de los autónomos que hoy por hoy «ocasiona un desequilibrio financiero y se debe adecuar a los rendimientos».
Burgos se refería concretamente a modificar la voluntariedad de elección en las bases de cotización del RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) y que actualmente aporta a las arcas de la Seguridad Social un montante de 12.000 millones de euros que «sólo alcanza para curbir el 72 por ciento de los gastos».
Tal y como está diseñado el RETA los trabajadores por cuenta propia pueden elegir libremente por qué base cotizar, independientemente de cuáles sean sus ingresos reales. La diferencia, a priori, y en términos económicos es sustancial. Un autónomo que cotiza por la base mínima (884,50 euros), pagará a la Seguridad Social una cuota de 263 euros al mes mientras que uno que lo hace por la máxima (3.606 euros) contribuirá al sistema con 1.056 euros. Y aunque la virtud está en el término medio, la economía, la crisis y la “falta de conciencia de cotización” hace que el 83 por ciento de los autónomos (ocho de cada diez) hagan el cálculo de sus cuotas en base a la mínima.
Cotizar es una inversión de futuro
“Sólo quien aporta al sistema tendrá derecho el día de mañana a una pensión o a las múltiples prestaciones que pueden necesitarse a lo largo de la vida. No es un tema menor y no son un impuesto”. Con esta frase Tomás Burgos arengaba a una mayor cotización entre los trabajadores por cuenta propia y ha mostrado su preocupación por la escasa “previsión de futuro del colectivo”.
Prueba de la conciencia de cotización a mínimos es que las pensiones de los autónomos sólo generan el 25 por ciento del gasto de la Seguridad Social y el 41 por ciento de ellas están completadas a mínimos. La traducción en la nómina de los autónomos jubilados es de un 57 por ciento menos que los del Régimen General. Mientras que los pensionistas del Régimen General perciben una pensión media de 1.125 euros las de los autónomos apenas superan los 700 euros.
Por otra parte, el secretario de Estado ha insistido en que los autónomos son el centro de todas las miradas del Gobierno, por “su papel clave en la economía tanto antes como después de la recuperación”.