El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha señalado la necesidad de «aumentar la inversión» en nuevas tecnologías no contaminantes para hacer frente al cambio climático, para lo que el capital privado y, en concreto, los bancos, «juegan un papel crítico» mediante el apoyo a los clientes en la transición hacia «un futuro más sostenible, con financiación y asesoramiento».
Así lo ha trasladado durante su participación en un panel virtual sobre ‘Acción climática en la banca’ organizado por la Comisión Europea en el marco de la COP26 de Glasgow, que se celebra entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre.
También ha reclamado «compromisos concretos y acciones creíbles» tanto del sector público como del sector privado, y ha pedido que se trabaje «conjuntamente» para lograr el objetivo de cero emisiones netas en 2050.
«Esta transformación masiva requiere inversiones de capital colosales», ha dicho en referencia a los cerca de 150 billones de dólares que se estiman necesarios para el período 2020-2050, alrededor del 5% del PIB mundial.
El presidente de BBVA ha considerado que el sector privado «no podría liderar esta transformación sin compromisos ambiciosos y acciones concretas y creíbles de los gobiernos». En este sentido, sostiene que el sector público debe ser una «fuerza impulsora» para atraer capital privado e impulsar la innovación.
Al respecto, ha citado la necesidad de establecer objetivos intermedios para frenar las emisiones en un 45% para 2030 y crear incentivos «sólidos y adecuados» para la inversión en tecnologías limpias.
Sobre el papel que puede jugar la banca en esta transición, Torres ha mencionado además los datos y la tecnología como «herramientas poderosas» que permiten a las entidades el desarrollo de soluciones individualizadas para sus clientes.
Por otro lado, ha recordado que BBVA se ha comprometido a canalizar 200.000 millones de euros en financiación sostenible hasta 2025. «Entre 2018 y septiembre de 2021, ya había movilizado 75.000 millones de euros, 8.000 millones de euros solo en el tercer trimestre de 2021», ha apuntado.
Además, BBVA ha establecido compromisos en materia de sostenibilidad a largo plazo, como el compromiso de ser neutros en emisiones de carbono para 2050, al tiempo que también ha fijado objetivos intermedios.
En concreto, la entidad se comprometió en marzo de 2021 a eliminar la financiación a actividades relacionadas con el carbón para 2030 en los países desarrollados y para 2040 en el resto de los países en los que está presente. «Precisamente acabamos de anunciar nuestros objetivos intermedios para descarbonizar nuestra cartera en cuatro industrias intensivas en emisiones de CO2», ha señalado el presidente del banco.
La entidad reducirá entre 2020 y 2030 la intensidad de carbono de su cartera crediticia en un 52% en generación eléctrica; un 46% en la fabricación de automóviles; un 23% en la producción del acero; y un 17% en la producción de cemento.
Un día antes, el miércoles, el presidente de BBVA compartió un panel virtual con otros ejecutivos de banca en un foro organizado por McKinsey, también en el marco de la COP26.
En esta ocasión, Torres alertó de que los gobiernos de los países en desarrollo «se están quedando atrás» en su camino hacia la descarbonización. En cambio, el directivo consideró que las economías emergentes «deberían estar entre las que lideran la carrera, ya que son las más expuestas, pero también las que más tienen que ganar».