La reforma de la ley de tráfico no sólo no suscitó el consenso entre los parlamentarios, ya que fue aprobada definitivamente este jueves en el Congreso de los Diputados con los votos fundamentalmente del PP, sino tampoco entre las asociaciones de automovilistas.
El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, dio «un suspenso» a la nueva ley porque, según aseguró, «merma las garantías de los ciudadanos, ya que, bajo la bandera de la seguridad vial, lo que se esconde es un aroma de recaudación que tira para atrás».
Además, Arnaldo afirmó, en declaraciones a Servimedia, que la nueva norma es «decepcionante» y «absolutamente negativa» para los conductores porque, por ejemplo, «perpetúa el monopolio de los cursos de recuperación de puntos, que nunca debieron organizarse mediante el sistema de concesión en España», lo que dificulta a «la mayoría de los automovilistas» para encontrar una autoescuela cercana.
Arnaldo lamentó que la ley «perpetúe la indefensión de las víctimas de los accidentes de tráfico con animales de caza», porque la responsabilidad en estos casos, por regla general, no es del propietario del terreno o la Administración Pública, sino el conductor, y criticó que «se generalicen las ‘multas en diferido'», es decir, que un agente puede sancionar a un conductor sin necesidad de pararle».
Apuntó que el texto incluye «una redacción confusa» sobre la prohibición de conducir bajo los efectos de las drogas, hasta el punto de que «muchas personas pueden dar positivo» sin haber consumido sustancias ilegales, y que «va a dar problemas de interpretación» que no se pueda circular con detectores de radar, pero sí con avisadores.
Por su parte, el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, puntuó la nueva ley con «un notable medio-alto», porque, en general, «responde a las demandas y necesidades de los usuarios de la vía, las infraestructuras y los vehículos».
Santa Cecilia pidió, en declaraciones a Servimedia, que la norma entre en vigor «cuanto antes» para que el límite puntual de velocidad a 130 km/h en algunos tramos de autopistas y autovías «sea una realidad para este verano o el año que viene».
Sin embargo, Santa Cecilia echó en falta que la ley obligue al uso del casco para los ciclistas en la ciudad a los menores de 16 años y no a toda la población, y censuró que «no se haya liberalizado el sector de las autoescuelas» para que los conductores puedan tener más oferta a la hora de realizar cursos de recuperación de puntos.
Fuente: Servimedia
