Más de tres millones de productos falsificados fueron intervenidos en 2014

La Agencia Tributaria intervino más de tres millones de productos falsificados el año pasado, lo que se traduce en un 48 por ciento más que en 2013 cuando la cifra se situó en dos millones. Todo ello, en un total de 2.307 operaciones realizadas por el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales. Si esto no hubiera ocurrido, dicha mercancía falsa habría logrado 151,9 millones de euros, un 34 por ciento menos que los productos que fueron intervenidos en 2013, cuando la cifra se colocó en 230,9 millones.

Según el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en el curso de estas actuaciones se han levantado 137 atestados, con sus denuncias por delitos contra la propiedad intelectual e industrial. Además, 124 personas han sido detenidas por presunta vinculación con esta actividad ilegal.

Por otro lado, los productos más incautados han sido aquellos relacionados con la electrónica, ya que en 2014 se intervinieron más de 863.000 productos electrónicos falsificados, un 28 por ciento del total. A su vez, se incautaron más de 545.000 prendas de ropa, calzado y complementos, 152.000 productos de perfumería, cosmética e higiene personal, 138.000 gafas, 134.000 juguetes y juegos electrónicos, 43.000 bolsas, cajas y monederos, 39.000 relojes, casi 20.000 objetos de joyería y 1,1 millones de productos de otras categorías.

Los productos incautados de mayor valor, son los relojes falsificados que suman casi 78 millones de euros. El valor del textil, calzado y complementos asciende a más de 21,7 millones, el de las gafas más de 14 millones; los productos de perfumería, cosmética e higiene personal, 10,6 millones; y casi 12 millones los productos electrónicos intervenidos.

Del total de productos incautados, el 51 por ciento se aprehendieron en los puertos, un 44 por ciento en el interior del territorio nacional y algo más del 4 por ciento en los aeropuertos. Atendiendo al origen, dos de cada tres productos falsos incautados, un 66 por ciento, llegaron del continente asiático, seguido de un 21 por ciento de África y de los restantes se desconoce su lugar de origen.

Odina Sanz Barnola