La Catedral de Tarazona, El Valle Salado de Añana (Álava) y el paisaje cultural de las cuencas mineras de Asturias son los tres proyectos españoles galardonados con el Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural/ Premios Europa Nostra, que otorga la Comisión Europea y Europa Nostra, la Federación Europea de ONGs relacionadas con el Patrimonio.
El Patrimonio Cultural es uno de los activos más valiosos de Europa, proporciona “incontables beneficios culturales, económicos, sociales y ambientales” afirma el Comisario Navracsics. Por su parte, Plácido Domingo, presidente de Europa Nostra, afirmó que “los ganadores de este año son ejemplos muy importantes de creatividad e innovación en el trabajo por el Patrimonio Cultural Europeo”.
El proyecto Catedral de Tarazona consiste en la restauración de la misma, con un detallado Plan Director, diseñado para su ejecución por fases. El Jurado ha destacado el ejemplo de colaboración institucional entre el Obispado de Tarazona, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Gobierno de Aragón y el Instituto del Patrimonio Histórico Español.
Otro de los proyectos ganadores, Valle Salado de Añana, ha sido seleccionado por su magnitud del mismo, puesto que afecta al paisaje del valle, a la economía de sus habitantes. Desde el Jurado apuntan que esto ha supuesto la recuperación de una industria que ha estado en activo desde tiempos remotos hasta épocas muy recientes. El Jurado señaló también que “la exportación de la sal ha hecho que este valle sea conocido en las cocinas más prestigiosas no sólo del País Vasco, sino a nivel internacional.”
Por último, aprendiendo de las Cuencas, es un proyecto de investigación sobre la experiencia de un cambio muy rápido en un entorno especial. Una nueva mirada de los paisajes culturales surgidos a consecuencia de la actividad minera. “El Jurado quedó muy impresionado con esta publicación, focalizada en la historia de un paisaje complejo y desorganizado. Proporciona también ejemplos para muchas otras zonas de Europa que han sufrido cambios similares como resultado de una industrialización rápida y falta de planeamiento, seguida por una brusca caída”. Además apuntaban “el sentimiento de una doble pérdida, primero de una idílica zona rural y, después, de una gran prosperidad industrial queda positivamente reflejado en este libro como una celebración de la riqueza de la diversidad arquitectónica.”