El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que su equipo impugnará por «fraude» el recuento en todos los estados que en las últimas horas se han decantado del lado de su rival demócrata, Joe Biden, y ha solicitado que se tengan en cuenta las papeletas que puedan llegar al término de la jornada electoral.
«¡Detened el recuento!», ha afirmado Trump, en un mensaje en mayúsculas en el que ha vuelto a reclamar lo que ya pidió en su discurso de la noche electoral, cuando se autoproclamó vencedor de las elecciones y alertó de un posible fraude a favor de su rival.
Trump ha subrayado en Twitter que «no se contará ningún voto que llegue después del día de las elecciones», un mensaje que la propia red social ha catalogado de ‘engañoso’.
«Impugnaremos por fraude (…) los estados reivindicados por Biden recientemente», ha anunciado el mandatario, que ha dicho tener «muchas pruebas» y ha llamado a «comprobar los medios», en aparente alusión a informaciones no confirmadas. Trump, por ejemplo, considera que tiene una «gran victoria legal» en Pensilvania, uno de los estados pendientes.
Las posibilidades de reelección de Trump descansan sobre una estrategia contradictoria y a largo plazo: un intento de detener el recuento de votos en los estados en los que cree estar a la cabeza, mientras exige que el recuento continúe en los territorios en los que pierde contra Biden.
La campaña de Trump ha enviado a un equipo a Arizona, estado que algunas proyecciones otorgan a Biden, para asegurar que se cuenten cientos de miles de votos por correo, según informa Bloomberg, que cita fuentes conocedoras del asunto.
A pesar de que el mandatario ha afirmado repetidamente que el voto por correo está plagado de fraudes, su director de campaña, Bill Stepien, ha señalado que el equipo de Trump cree que esos votos le favorecerán hasta en un 70 por ciento y harán que el estado vuelva al lado republicano.
El equipo de Trump también pidió un recuento oficial en Wisconsin el miércoles, donde Biden ha ganado por más de 20.000 votos. Además, presentó sendas demandas para que se detuviera el recuento en Pensilvania y Míchigan, alegando que los trabajadores electorales no dieron a su campaña el acceso adecuado para observar el recuento.
BIDEN PIDE «CONTAR TODOS LOS VOTOS»
Biden, por su parte, ha repetido que «se deben contar todos los votos», un mensaje que también ha reiterado su compañera de fórmula, Kamala Harris, quien ha afirmado que «se deben contar todos y cada uno de los votos».
La campaña de Biden también ha criticado el movimiento del equipo de Trump, que ha definido como «parte de una campaña de desinformación más amplia que incluye algo de teatro político» y «sin mérito alguno», según informa Bloomberg.
A juicio del asesor de Biden Bob Bauer, las demandas son «un intento de crear una gran niebla» sobre los resultados de las elecciones, pero «no es una nube muy espesa», ha matizado.
El vicepresidente de Trump, Mike Pence, en cambio, ha guardado un perfil más bajo en estos últimos dos días. Ya en sus primeras palabras públicas evitó cantar victoria como sí hizo su compañero, que ha promovido recursos judiciales en varios de los estados que siguen en liza.