Un estudio realizado en 10 millones de personas muestra que los asintomáticos no contagian

Un estudio realizado entre los meses de mayo y junio en la ciudad china de Wuhan, donde fue detectado el virus por primera vez el pasado 31 de diciembre, muestra que los pacientes asintomáticos no son infecciosos. Dicho estudio, realizado en 10 millones de personas, confirmaría las sospechas que mantiene la OMS desde junio.

Varios análisis previos mostraron que los pacientes asintomáticos eran infecciosos y que, posteriormente, podrían desarrollar síntomas. En comparación con los pacientes sintomáticos, los asintomáticos tienen menos carga viral y una duración reducida de la diseminación viral, lo que disminuye la probabilidad de contagio. El presente estudio va más allá: no ha encontrado virus SARS-CoV-2 «viables» para su propagación en los pacientes evaluados. Además, todos los contactos cercanos de los positivos asintomáticos dieron negativo en pruebas posteriores. 

El estudio cuenta con dos principales limitaciones. La primera es la incapacidad del mismo para evaluar los cambios a lo largo del tiempo en los resultados asintomáticos positivos y preoperatorios; la  segunda es la probable obtención de falsos negativos. En cualquier caso, los investigadores aseguran que las variaciones no han sido suficientes para alterar el resultado final del ensayo. 

Los hallazgos del estudio permitieron a las autoridades sanitarias optimizar la estrategia de prevención y control del virus en la región. En el pasado mes de agosto, China mejoró sus resultados en comparación con el resto del mundo enlazando varios días consecutivos sin registrar fallecidos, según las cifras oficiales.

MÉTODOS DEL ESTUDIO

El Gobierno de la ciudad invirtió un total de 900 millones de yuanes (115 millones de euros) en la investigación. El estudio fue realizado a unas 10 millones de personas. Todos los residentes de Wuhan, desde los mayores de 6 años, se sometieron a las pruebas entre el 14 de mayo y el 1 de junio. 

El análisis consistió en la realización de pruebas detección de ácidos nucleicos. Este tipo de pruebas buscan identificar de forma directa la bacteria o su ADN en sangre u orina. Según las autoridades, en el ensayo participaron hasta un total de 63 laboratorios de análisis de ácidos nucleicos, 1451 trabajadores de laboratorio y 701 equipos de análisis. 

La confirmación oficial del avance supondría un golpe de  efecto a las medidas paliativas del COVID-19, así como a las estrategias llevadas a cabo por las autoridades para frenar la pandemia.