El Consejo de Ministros aprobó este viernes la sexta edición del Plan de Incentivos al Vehículo Eficiente (PIVE), dotado con un presupuesto de 175 millones y que permitirá la renovación de 175.000 vehículos antiguos. En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó que la dotación de 175 millones de la anterior edición del plan no fue «suficiente», con una última reserva el pasado 4 de junio.
Sáenz de Santamaría estimó un alcance de 175.000 vehículos y el ahorro de 60 millones de litros de combustible al año con la reanudación del plan, que mantiene los fundamentos principales de los anteriores programas.
Las cinco ediciones puestas en marcha con anterioridad permitieron la adquisición de 540.000 vehículos menos contaminantes, según cálculos del Gobierno. El plan contempla un incentivo de 2.000 euros, aportados en un 50% entre el Gobierno y las marcas, para la adquisición de un coche nuevo a cambio de la entrega de un automóvil para su achatarramiento, de al menos siete o diez años de antigüedad, según la categoría.
En el caso de los vehículos de cinco o más plazas, familias numerosas o personas con discapacidad, la ayuda ascenderá a 1.500 euros por parte del Gobierno, lo que supone un total de 3.000 euros con la aportación del vendedor. El límite máximo del precio de venta del nuevo vehículo será de 25.000 euros, antes del IVA, salvo en el caso de las personas con discapacidad, que podrán adquirir un nuevo automóvil de hasta 30.000 euros. Los 175 millones del plan se aprobaron como parte de un crédito extraordinario, con el que se dio luz verde también a otros 95 millones para potenciar el I+D+i.
Con este crédito, habrá un mayor presupuesto para la concurrencia competitiva en la que participan investigadores y técnicos, y se volverán a convocar ayudas a doctorados industriales, precisó la vicepresidenta.
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