Una conducción eficiente permite un ahorro medio de 300 euros anuales

El ahorro puede llegar hasta los 900 euros al año en un vehículo nuevo con respecto a uno antiguo

Arranca agosto, mes de viajes al pueblo, a la montaña o a la playa. El verano es la estación elegida por los españoles para desconectar del trabajo y coger el coche para ir a su lugar preferido para descansar.

Meses donde los gastos se disparan, aunque el ahorro puede comenzar nada más salir de casa. Las marchas, la velocidad y la seguridad entre otros muchos aspectos pueden llegar a dejar en el bolsillo de las familias una media de 300 euros anuales gracias a una conducción eficiente.

Los nuevos vehículos incorporan nuevas tecnologías que permiten  reducir las emisiones de CO2 hasta un 30 por ciento.  Estos dispositivos permiten un ahorro de hasta 900 euros anuales en los vehículos recién salidos de las fábricas.

Sin embargo, una conducción eficiente puede ayudar a contaminar menos y a ahorrar unos cientos de euros. El primer paso es mantener el vehículo en perfectas condiciones para afrontar un viaje: la presión de los neumáticos y amortiguadores son aspectos esenciales tanto en la seguridad como en el consumo.

Tras pasar por el taller y comprobar el estado de ‘salud’ del automóvil llega el momento de pasar por la gasolinera. El verano es la estación ‘preferida’ para que el petróleo se dispare y se note a la hora de rellenar el depósito de los automóviles, aunque 2015 está dando un respiro a las economías familiares.  Durante el pasado mes de julio, el litro de gasolina cayó hasta los 1,3 euros el litro, por lo que se necesitan unos 65 euros para llenar un depósito de 50 litros. Sin embargo, el diésel ha caído hasta los 1,13 euros/litro, por  lo que se necesitan 56,5 euros para llenar un tanque de 50L.

¿Hasta cuándo se pueden estirar los 50L?

Desde Anfac, la patronal de fabricantes de automóviles y camiones, explican los 10 pasos básicos para ‘exprimir’ al máximo la eficiencia del vehículo. Diez pasos que se resumen en dos palabras: conducción eficiente.

A la hora de ponerse en marcha, el primer aspecto a tener en cuenta es la seguridad y el respeto a las reglas de seguridad vial. Los cambios de marcha y la aceleración son los momentos donde más consume el vehículo.

El cambio de marcha se debe hacer entre las 2.000 y 2.500 rpm en los motores de gasolina, en el diésel entre los 1.500 y 2.000 rpm y siempre después de realizar el cabio se ha de acelerar. No obstante, circular con marchas largas y a bajas revoluciones ayuda a reducir el consumo.

En las paradas mayores al minuto es recomendable apagar el motor aseguran desde Anfac. A la hora de reemprender el camino, la primera marcha se debe usar solo para iniciar el trayecto. Se debe cambiar a segunda a los 2 segundos para de esta manera ahorrar combustible.

Durante los trayectos, la aceleración y deceleración son aspectos claves en la conducción. Mantener una velocidad constante, huyendo de los frenazos y aceleraciones consigue un doble objetivo: ayudar a reducir la contaminación y estirar la ‘vida’ del combustible repostado. A la hora de frenar, reducir de marcha lo más tarde, frenar suavemente y levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha seleccionada son las claves para ahorrar gasolina.

Foto: Flickr