Parece que no solo el corazón juega un papel importante en las relaciones de pareja: también los riñones. Andy Lamb (Reino Unido) sufría insuficiencia renal y necesitaba un riñón nuevo para seguir viviendo. Su pareja, Samantha, se ofreció a salvarle la vida donándole uno de sus propios riñones. Para ello tuvo que perder 19 kilos y prepararse para la operación, que se llevo a cabo a finales de 2009, tras dos años de casados.

Tres años después, la pareja se rompió, por las sospechas de Samantha de que su marido la engañaba con una de sus amigas, aunque él lo niega. Ahora, la ex-señora Lamb se arrepiente de su gesto altruista, y quiere recuperar su órgano, para, según dice “dárselo a una persona que lo merezca más”.

El ex-marido argumenta que él no le pidió el riñón en ningún momento, sino que fue ella quien insistió en dárselo. Quizás debió pensarlo mejor.

La curiosa historia llamó la atención de la BBC, que filmó todo el proceso, según explica la edición digital del Daily Mail. Y no es para menos, porque la verdad es que los hechos parecen sacados de un relato de ficción.