Unai Sordo (CC.OO): «La digitalización no cuadra con un mercado laboral tan segmentado»

Las principales organizaciones sindicales de España coinciden en que la transición hacia la nueva economía digital plantea al menos dos grandes retos. Por una parte, garantizar la formación necesaria para la adaptación de los trabajadores a las nuevas tecnologías; y además de ello crear mecanismos de protección social para compensar la destrucción de empleo que ocurrirá. En ello coincidieron las máximas autoridades de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, y de Comisiones Obreras (CC.OO), Unai Sordo, durante el encuentro “La economía ante el blockchain, lo que está por venir”, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas de la Información Económica (Apie).

El Secretario General de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, se pronunció por un reparto equitativo de los beneficios que genere la transformación digital de las empresas. Señaló además que los sindicatos pueden incidir de manera importante para que los nuevos cambios no agraven los desequilibrios sociales existentes. Para Álvarez los actores sociales deben garantizar una formación adecuada a los trabajadores para su adaptación a la nueva economía y, donde sea necesario, mejorar los “elementos de cobertura social para las personas que se queden descolgadas”.

Álvarez acotó que esta “brecha digital” no se plantea solo en la formación de los trabajadores sino que tiene además un carácter territorial. Opinó que el Estado debe evitar que “la digitalización aísle a las personas que no viven en núcleos urbanos importantes”.

Por su parte el líder de CC.OO, Unai Sordo, considera que “el gran reto es gobernar las transiciones de empleo”, es decir: como adaptar la fuerza de trabajo a los nuevos cambios. Sobre este tema puntualizó que no es solo un problema de políticas activas de empleo eficaces; para Sordo debe reconocerse que “una parte de los trabajadores no se va a poder adaptar y esto “debe abrir el debate de la renta mínima garantizada”, el cual a su juicio debe ir “en paralelo” con el debate sobre las nuevas tecnologías como el ‘blockchain’.

Para Álvarez la digitalización debe suponer también nuevos impuestos “a la robótica”, como los denominados “impuestos digitales” planteados por el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

En este contexto de cambio tecnológico, Álvarez se refirió además a la necesidad de un “pacto de Estado”, un “plan estratégico para las industrias, de duración indefinida” y con el máximo consenso posible entre las fuerzas políticas, a fin de que no esté sujeto al gobierno de turno o al ciclo económico.

 

REUNIONES DE LOS SINDICATOS CON EL GOBIERNO

Sobre la reunión de los sindicatos con miembros del Gobierno hace una semana Álvarez destacó que se llevaron distintas propuestas sobre temas medulares como la protección de las pensiones, los aumentos salariales, la derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012 y la conveniencia de una “banca pública”. Preguntado sobre este último tema Álvarez precisó que la privatización de Bankia es un asunto que debe ser reconsiderado a la luz de la experiencia de la banca pública en otros países de la Unión Europea.

 

REFORMA LABORAL Y DEVALUACION SALARIAL

Para ambos dirigentes el tema de la reforma laboral debe ser abordado por el gobierno sin complejos. Partiendo de la base de que, a decir de Álvarez, “no hay ningún elemento en ninguna de las dos reformas que se deba conservar”, pues desde entonces la precariedad del empleo, que entonces ya era alta, se  ha elevado muy por encima de la media de la Unión Europea; a la vez que el poder de compra de los salarios se ha deteriorado. Según Sordo, “la digitalización no cuadra con un mercado tan segmentado como el español”, por lo que la dualidad del mercado laboral debe corregirse para que la nueva economía sea exitosa. 

En este sentido Sordo sostiene que no es cierto que la recuperación económica se deba a las reformas de la legislación laboral, pues las verdaderas razones han de buscarse en los “vientos de cola” de los años iniciales de la recuperación (caída en el precio del petróleo, bajos tipos de interés y depreciación del euro). Por tanto, según Sordo el nuevo marco  laboral solo ha supuesto una “devaluación salarial” que no solo es indeseable por razones de “justicia distributiva”, sino que impiden que el aumento del poder adquisitivo impulse el crecimiento económico a través de la demanda.  

En cuanto al “acuerdo estatal de negociación salarial” negociado con las patronales, Sordo afirma que sin cambios en la legislación laboral no será suficiente para revertir la devaluación del salario.

Sobre el nuevo gobierno el líder de CC.OO opinó que se han generado grandes expectativas pero que en realidad hay muy pocas certezas mientras los apoyos parlamentarios sigan siendo débiles.