La nueva factura eléctrica no gana para disgustos. Ni siquiera ha encontrado el apoyo de las empresas del sector, que lo califican de complejo. Eduardo Montes, el presidente de UNESA ha asegurado que aunque el nuevo sistema «teóricamente es bueno, a nivel técnico es complejo, ya que el precio de la electricidad varía cada hora». Por ello, Montes apunta que sólo será efectivo cuando los ciudadanos cambien sus hábitos de consumo: «tendrán que observar cómo cambia el precio de la luz y consumir cuando sea más barata».

Pero para que este nuevo sistema esté totalmente implantado habrá que esperar a que todas las viviendas dispongan de un contador inteligente, que será el encargado de medir el consumo de los usuarios y transmitírselo a las eléctricas para que elaboren la factura. Un proceso que algunos ponen en duda por la falta de intimidad y que desde la Asociación Española de la Industria Eléctrica niegan: «se trata de una simple transmisión de datos y no sé hasta qué punto supone una intromisión de la intimidad».

«No es una solución al déficit de tarifa»
Para aquellos que pensaran que con este nuevo recibo de la luz se va a reducir el déficit eléctrico, Eduardo Montes se muestra tajante: «son elementos diferentes». Así, explica que el déficit de tarifa se forma a través de los costes regulados -como las redes o las primas a las renovable-, cuya cuantía la decide la administración y que luego no recauda lo suficiente. Eso sí, reconoce que es «muy probable» que con los últimos recortes y los nuevos impuestos implantados por el Gobierno «no se siga produciendo más déficit»- 

Sea como sea, el presidente de UNESA ha insistido en que ese déficit no lo van a pagar las eléctricas: «es una deuda que tienen los consumidores con el sistema y que nosotros, lo único que hacemos es adelantarlo por ley».