La Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) se marca como retos conseguir una liberalización del sector y una «limpieza» del recibo de la luz al estar compuesto en un 61% por tasas e impuestos ajenos al sistema eléctrico, al tiempo que prevé una mayor estabilidad regulatoria tras la reforma energética.
La patronal eléctrica confía en alcanzar una «estabilidad regulatoria» en el sector tras la reforma energética acometida por el Gobierno, cuyo 65% del peso en la contención de costes estipulado en dicha normativa ha recaído sobre las cinco grandes eléctricas que representa, según precisaron este miércoles fuentes de Unesa. Asimismo, Unesa tiene el convencimiento de que el déficit de tarifa este año será «muy pequeño» y que a partir de ahora no será «ni muchísimo menos comparable» con los elevados desajustes entre los ingresos vía peajes y los costes reconocidos del sistema eléctrico.
Con un «sector diferente» tras la nueva normativa energética, Unesa espera que se avance hacia una completa liberalización del sector, teniendo en cuenta que el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) ya supone un «paso» hacia dicha liberalización. Desde la patronal eléctrica también valoran la actuación del Gobierno para conseguir las interconexiones eléctricas con el resto de Europa y muestran cierta preocupación por el retroceso del consumo energético, si bien su caída se ha aminorado.
No obstante, se constata cierto «desacoplamiento» en la tendencia entre el PIB y la demanda energética según la cual tradicionalmente si subía una la otra también, sin embargo desde hace varios meses la economía repuntam ientras que el consumo sigue sin repuntar.
TITULIZACIÓN Y SISTEMA POR HORAS
Por otra parte, Unesa considera que la titulización del déficit acordado entre las eléctricas y cinco grandes bancos (BBVA, Bankia, Banco Popular, Caixabank y Banco Santander) fue un «éxito» por los tipos de interés obtenidos así como por el efecto positivo sobre sus balances al haber quedado más «aliviados».
Respecto al nuevo modelo de facturación por horas, las cinco grandes eléctricas españolas esperan que pueda implantarse sin grandes inconvenientes a pesar del «escaso» plazo establecido. La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) fijó el 1 de abril de 2015 como la fecha a partir de la cual los comercializadores deberán a empezar a facturar a los consumidores con el nuevo sistema de facturación por horas de los contadores inteligentes. No obstante, los distribuidores deberán implementar el 1 de enero del próximo año los nuevos procedimientos de recogida de datos, que se emplearán en dichos contadores de los que ya hay disponibles 9,5 millones de unidades.
Con 150.000 empleos y un 95% de estabilidad laboral, desde la patronal eléctrica destacaron los más de 60.000 millones invertidos por las grandes eléctricas en los últimos 12 años, que continuaron con una inversión de entre 2.500 millones y 3.000 millones anuales en los años de crisis.
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