Uno de cada tres españoles estaría dispuesto a dejar de utilizar dinero en efectivo, lo que coloca a España en el segundo puesto del ranking de países europeos con mayor predisposición a prescindir de este método de pago, solo por debajo de Turquía, informa Europa Press.
Así se desprende de una encuesta realizada por ING a 13.000 personas procedentes de 13 países europeos, en la que se constata la reducción del uso del dinero en efectivo se ha acelerado durante el último año.
Cuatro de cada cinco europeos (83%) dicen que utilizan menos dinero en efectivo desde que empezaron a emplear los métodos de pago ‘contactless’, mientras que solo el 30% señala que no quiere que el dinero en efectivo desaparezca.
De media, los europeos utilizan entre cuatro y seis opciones de pago diferentes y un 25% de los consultados está completamente de acuerdo en que cuantas más opciones de pago tenga, mejor.
A pesar de esto, la mitad de las personas encuestadas dijo que usa diferentes formas de pago ‘online’, no porque quiera, sino porque se ven obligadas, ya que no todos los proveedores disponen de las mismas formas de pago.
En este punto, España se sitúa en el cuarto puesto del ranking de países en preferir tener todas las opciones de pago posibles al alcance.
La forma de pago preferida por los españoles para las compras ‘online’ son las tarjetas de crédito o débito (72%), aunque de este porcentaje solo el 23% almacena los datos en la aplicación o web en la que compra.
A este método le siguen Paypal (55%), las tarjetas prepago o regalo (13%) y las e-cards (12%). En cuanto a las compras en tiendas físicas, el pago en efectivo (67%) es el más utilizado junto con las tarjetas ‘contactless’ sin pin (54%) y con pin (51%).
Las razones que llevan a los consumidores a optar por una u otra opción son principalmente de seguridad y conveniencia. Es decir, los europeos optan en su mayoría por opciones de pago rápidas y fiables que pueden variar en función de la cantidad a pagar.
Los pequeños pagos en las tiendas son impulsados por la conveniencia, el 40% dice que selecciona su método de pago preferido porque es rápido de usar y el 23% porque es fácil. Pero para el desembolso de grandes y medianas cantidades, la seguridad influye más en la elección.
EL CORONAVIRUS, PRINCIPAL IMPULSOR
En los países en los que el pago en efectivo está fuertemente arraigado, el Covid-19 lo ha desplazado ligeramente, pero de manera mucho más fuerte en los países más abiertos a otras opciones.
En este escenario, España, uno de los países más abiertos y también de los más impactados por la pandemia, está dispuesto a dejar de usar efectivo por este motivo en un 31% de los casos, siendo el cuarto país más predispuesto.