El 33% de los jóvenes de entre 15 y 29 años considera «comprensibles o justificables» en algunas ocasiones comportamientos de control sobre los horarios, amistades y actividades de la pareja.
Así se desprende del estudio Percepción social de la violencia de género entre jóvenes y adolescentes, realizado por la Secretaría de Estado de Igualdad y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y presentado este martes en Madrid.
Según Verónica de Miguel, profesora de Sociología de la Universidad de Málaga, esto significa que el 33% de los jóvenes españoles acepta «según las circunstancias vigilar los horarios de la pareja, impedirle el contacto con familiares y amigos, limitar sus oportunidades de trabajo o incluso decirle qué puede y qué no puede hacer».
Este porcentaje de tolerancia ante el control entre los jóvenes resulta algo superior al que manifiesta la población general, agregó De Miguel. En cambio, el 96% de los jóvenes y adolescentes tachan de «totalmente inaceptable» la violencia de género, con lo que se deduce que no conciben el control como una forma de ésta.
Del mismo modo, el 97% rechaza la violencia física y sexual contra las mujeres, y un 93% está en contra de la violencia verbal. En todos los casos, el porcentaje de rechazo resulta algo mayor entre las mujeres que entre los hombres.
También ellas tienen una mayor percepción de la desigualdad entre géneros que los chicos, aunque en general los jóvenes parecen algo más optimistas que el conjunto de la población en este terreno.
En cuanto al grado de conocimiento, un 46% de los jóvenes conoce el teléfono 016 de ayuda a mujeres maltratadas, y el 55% ha oído hablar de la Ley Integral contra la Violencia de Género. Asimismo, un 68% está a favor de las campañas de sensibilización y el 47% recuerda alguna de ellas.
La proporción de rechazo a las conductas de control aumenta entre los jóvenes que conocen estas campañas o que están informados (más del 70%), oposición que es también mayor para el 29% de jóvenes o el 34% de mujeres jóvenes que dicen conocer a una víctima de su entorno.
En la presentación del informe, la secretaria de Estado de Igualdad y Servicios Sociales, Susana Camarero, reivindicó la importancia de concienciar a los jóvenes sobre esta lacra y subrayó la próxima puesta en marcha de dos nuevas campañas de sensibilización.
Ni la Ley Integral, ni las campañas, ni Educación para la Ciudadanía parecen haber «sido suficientes» a tenor de los datos, indicó, por lo que habrá que seguir insistiendo.
La misma idea expresó la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, quien indicó que el estudio incide en dos de sus ejes estratégicos: más conocimiento y atención a colectivos vulnerables como jóvenes, adolescentes, mujeres con discapacidad, etc.
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