Unos 8.000 empleados podrían abandonar la nueva CaixaBank tras la absorción de Bankia, cifra que se aproxima a los 8.400 empleados mayores de 50 años que ambos bancos tienen, según ha apuntado el profesor de EAE Business School Ricardo Zion, después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) haya dado luz verde (con condiciones) a la fusión.
En su opinión, la negociación con los sindicatos, que empezará en los próximos meses, «no será fácil, ya que se cuenta con el precedente cercano del último ERE de CaixaBank del 2019 y al hecho de que en la situación económica actual socialmente no es fácil poner en la calle a tantos empleados con pocas posibilidades de reinserción laboral».
En cualquier caso, el experto de EAE señala que, aparentemente y por término medio, es más barato de despedir al empleado de Bankia, que a su vez cuenta con una plantilla más envejecida.
En cuanto al impacto en clientes, considera que la «fuerte concentración» del mapa bancario y las cuotas de mercado de la entidad resultante pueden afectarles negativamente en cuanto a condiciones.
A su vez, señala que las condiciones que ha impuesto la CNMC a la nueva CaixaBank son «realmente insignificantes», pues la entidad solo tendrá una posición de monopolio en 21 códigos postales, frente a los 11.752 códigos postales que hay en España.
En el campo de la emisión de tarjetas, los TPV y los cajeros, la CNMC también ha puesto limitaciones, aunque otra vez de carácter menor, pues afectarán a menos del 1% del total de los clientes, según EAE.
Respecto a la integración, el experto cree que será «relativamente rápida», ya que ambos bancos cuentan con una dilatada experiencia en fusionar e integrar entidades.
«Con la integración queda claro otra vez que no estamos ante una fusión, sino ante una compra de Bankia por CaixaBank. El comité de CaixaBank se mantiene íntegro y se suman tres directivos de Bankia. A niveles de mandos intermedios parece que la integración va a ir por los mismos derroteros», ha sostenido.