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Variedades menos exploradas en la DO Toro; los vinos de Malvasía y Garnacha

En las tranquilas parcelas de Morales de Toro y San Román de Hornija, donde los viñedos se entrelazan con siglos de historia, se despierta la autenticidad y la pasión vitivinícola de Algil Bodegas y Viñedos. Este proyecto unipersonal se enmarca dentro de la prestigiosa Denominación de Origen (D.O.) Toro, creando vinos singulares que capturan la esencia única de la región. Entre ellos, se destacan variedades autóctonas tales como Malvasía y Garnacha Tinta, que emergen como auténticos tesoros enológicos, cultivados en la zona durante siglos. A pesar de ser las variedades menos conocidas, su arraigo histórico y su potencial único han llevado a Algil Bodegas a crear estos vinos monovarietales, ideales para disfrutar durante los cálidos meses de verano. 

Algil Malvasía: elegancia sutil en cada sorbo 

Algil Malvasía se erige como una apuesta por la elegancia y la diferenciación, mediante la combinación de técnicas de vendimia temprana y crianza sobre lías. Esta compleja danza de sabores y texturas se traduce en un vino seco que cautiva con su frescura y su perfil mineral. 

La Malvasía castellana, una variedad blanca autóctona de la D.O. Toro, es una de las protagonistas en Algil Bodegas. Las vides, que prosperan en altitudes de 700 metros en las parcelas de Morales de Toro, han visto pasar entre 60 y 80 años de historia, con una producción de 3500 kilogramos de uvas por hectárea. 

El proceso de crianza del vino Algil Malvasía comprende seis meses en barricas de roble francés de 225 litros. El resultado es un vino con un grado alcohólico de 13,5º que equilibra magistralmente su acidez. 

Sus notas de cata evocan un color amarillo pajizo brillante, con aromas combinados entre frutas de hueso, flores blancas y sutilezas de melón. En boca, su entrada fina despliega un elegante sabor, con ligeros matices a levadura y vainilla, resultado de la crianza en barrica. 

Algil Malvasía es un compañero ideal para quesos frescos, carnes blancas y ensaladas, marcando un sello de excelencia en los momentos de aperitivo. 

Algil Garnacha: un tinto sutil de pasión intensa 

En las parcelas de San Román de Hornija, la Garnacha se convierte en una encarnación de pasión y elegancia a lo largo de las viñas de 50 años de edad. La crianza de la Garnacha en Algil Bodegas es una historia de ocho meses en barricas de roble americano seminuevas de 225 litros, con maloláctica en barrica. Este proceso culmina en un vino robusto de grado alcohólico de 14,5º, equilibrado en su justa medida. 

Al igual que su compañera Malvasía, la Garnacha se somete a una vendimia temprana y cuidadosa selección manual en cajas de 15 kg. Su fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperaturas controladas y su crianza en barricas de roble, culminan en un vino que despliega un color rubí pálido con ribetes granates y aromas expresivos frutos rojos, pimienta blanca, coco, vainilla, y mantequilla. En boca, su entrada fina da paso a un sabor suave de frutas rojas, complementado por sutiles matices de madera.

Algil Garnacha brilla como el acompañante perfecto para quesos semicurados, pollos asados, pescados azules y ensaladas con huevos o revueltos. 

Algil Bodegas y Viñedos ha desenterrado la magia de las variedades menos conocidas de la D.O. Toro, creando vinos monovarietales que rinden homenaje a la autenticidad de la región. Los vinos Algil Malvasía y Algil Garnacha, con su impronta única, se alzan como símbolos de la pasión, la elegancia y la artesanía enológica que fluyen en el corazón de la D.O. Toro, ideal para descubrirla en cada sorbo, durante este verano. 

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