A veces, comprar o vender un inmueble es más complicado de lo que se imagina. Hoy en día, en España, hay muchas empresas que se dedican exclusivamente a la labor de los bienes y raíces, pero lo que parece presentarse como una solución al mismo tiempo presenta problemas.
El tema es que han surgido multitud de empresas dedicadas a la intermediación inmobiliaria y no siempre están lo profesionalizadas que correspondería, dando la sensación, en algunos casos, de que los honorarios que cobran son excesivos para los servicios que prestan.
Es por este motivo que se necesita al lado opuesto del vendedor, personas conocedoras del mercado, que orienten a los futuros compradores y les asesoren bien en todos los aspectos claves relativos al inmueble.
Solo cuando hay una dedicación exhaustiva y profesional en la comercialización de un inmueble, se entiende realmente el trabajo y la responsabilidad que conlleva, así como la justificación de sus honorarios a percibir.
Frente a ese escenario cada vez más difícil, Pilar Domingo viene destacándose por su eficiencia, honestidad y sobre todo por su agilidad en como asesora inmobiliaria en el sector inmobiliario.
Las ventajas de un asesor inmobiliario particular
Son varios, y a veces inimaginables, los factores que hay que tener en cuenta al momento de decidir comprar un inmueble. Las ganas y la emoción de adquirir un hogar llevan a los compradores a adelantarse, saltando pasos previos a la compra y corriendo el riesgo de arrepentirse poco tiempo después de haber invertido su dinero en un inmueble.
En primer lugar, la propia decisión de comprar una vivienda a veces requiere un análisis previo personal, que no todo se traduce en la inversión que se va a realizar, sino en las propias circunstancias del comprador, la edad, la situación laboral, la situación personal (si son parejas: comprar juntos, comprar separado…), las ventajas fiscales que puede tener en función de su edad o ingresos y, en función de todo ello, decidir si es el mejor momento para comprar.
Después, hay decisiones básicas, como el interés por una zona determinada, el programa funcional mínimo requerido como pueden ser número de habitaciones, baños, etc. hasta cuestiones técnicas más específicas del propio inmueble, como pueden ser la existencia de humedades, la posibilidad de modificar la distribución y, llegado el caso, los permisos necesarios, la orientación solar, la eficiencia energética, y un sinfín de factores que en muchas ocasiones algunos asesores inmobiliarios, con el objetivo inmediato de vender, pasan por alto sin pensar en el futuro o en la felicidad de los moradores.
Pilar Domingo, un nombre que viene creciendo
Pilar Domingo es una arquitecta que descubrió hace muchos años que su verdadera vocación está en el ramo inmobiliario. A diferencia de otros asesores, Pilar emprende un trabajo que va desde lo micro, como el simple hecho plantear la compra de un piso, hasta lo macro, firmar la escritura del nuevo hogar.
Sus conocimientos técnicos como arquitecta son un complemento fundamental en el asesoramiento inmobiliario, mostrando a sus clientes las capacidades reales de un inmueble e indicando tanto las fallas cuanto las mejoras que se puede hacer. Al trabajar en Barcelona y alrededores, Pilar gestiona de manera clara y directa las propiedades a su disposición, concentrándose más en la calidad de los servicios que ofrece que en la cantidad de pisos que dispone.
Gracias a su dinamismo y, movida principalmente, por su preocupación con los futuros moradores, Pilar Domingo viene construyendo un nombre cada vez más sólido en el mundo de la asesoría inmobiliaria.