La diversidad argentina en términos vitivinícolas siempre invita a un nuevo recorrido de interés gastronómico. Visit Argentina invita a dar un paseo por los viñedos de las provincias del norte argentino, que son un destacado imperdible en las rutas del vino. Los denominados «vinos de altura» hoy representan una cepa de gran interés en los productores, como también en el turismo con sus atractivos más placenteros -y deliciosos- por descubrir
Un viaje por Argentina está completo siempre y cuando incluya un recorrido gastronómico con al menos una degustación de vinos y un paseo placentero por los viñedos más vistosos del país. Aunque las provincias de Cuyo atraen por su encanto y desarrollo en este universo de sabores, las provincias del norte argentino siguen cosechando terreno e invitan a descubrir una riqueza novedosa en materia de gastronomía y producción: los vinos de altura.
¿Qué es un vino de altura?
Argentina tiene una variedad climática que hace a la riqueza y particularidad de sus productos. Una variación desde 1000 hasta más de 3000 mil metros de altura, brindan un resultado absolutamente diferente en el sabor final de un vino. La amplitud térmica, el sol y el viento, entre otros factores, influyen significativamente en estos procesos. Los vinos de altura se caracterizan por un color más intenso, sabor frutado y concentración aromática. El Torrontés es la cepa autóctona que se ha convertido en el vino blanco más reconocido y premiado de la Argentina. Además es un producto turístico clave en la Ruta del Vino más alta del mundo.
El encanto del Norte Argentino
Si se habla de enoturismo, la provincia de Salta se destaca como uno de los principales destinos. Además de su variedad y calidad de bodegas, también cuenta con el Museo de la Vid y el Vino. Localizado en Cafayate, es uno de los más jóvenes de la región y promete un recorrido interactivo y entretenido. La provincia de Jujuy también es un gran spot de interés. Sus cultivos en terrenos agrestes y de climas extremos de alta radiación UV eran impensados y hoy son un hallazgo de la producción de vinos de altura. Las bodegas de Viñas de Uquía -una de las más elevadas del mundo- se encuentran en el corazón de la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio de la Humanidad. Un terruño excepcional con uvas de alta calidad y producción orgánica que logra vinos bajo el concepto de terroir brindando un sabor intenso, maduro y de alta gama. Las Viñas de Uquía, a 3.329 mts. sobre el nivel del mar, es el segundo viñedo más alto del mundo. La provincia de Catamarca es parte también del recorrido enoturístico que seduce con Las Rutas de Adobe, un paisaje inusual en caminos de bodega por rodearse de piedra y barro con huellas precolombinas. Además, la provincia de Tucumán ofrece su circuito de recorrido de bodegas de productores artesanales con una amplia variedad de productos para degustar.
Maridajes de altura
Saber elegir el menú que acompañará un vino, es el paso clave que completa este tour. El maridaje de los vinos de altura variará según se trate de un torrontés (con notas florales y cítricas, de sabor fresco) o un tinto (de potente color rojo violáceo, buen cuerpo y persistencia en el paladar). Para los tintos, se recomiendan platos de cocina típica andina como carnes rojas, aves, y también una picada de quesos semiduros. Para los blancos, su acompañamiento ideal son empanadas, tamales y humitas. La gastronomía típica también incluye delicias como el carpaccio de llama (carne oriunda de la región), locro y carbonada como esenciales argentinos.
Un viaje delicioso
La ruta del vino argentino es una de las opciones turísticas más eclécticas y aromáticas que se pueden elegir. La mixtura entre paisajes con cerros de colores, viñedos que deslumbran con sus hojas verdes y su maravilloso universo gastronómico es una propuesta de alta calidad y disfrute para regocijarse y descubrir las raíces del Norte Argentino en su esplendor.
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Fuente Comunicae