Son los mercados emergentes los que logran salvar los números de Vodafone. Europa ha penalizado a la compañía en particular por dos circunstancias: la competencia y las presiones regulatorias. Dos hechos que según la operadora responden a la caída de los ingresos (un 1,9% hasta los 52.300 millones de euros) y el descenso del ebitda (un 23,9% hasta los 965 millones).

Ejercicio especialmente complicado en España donde sus ingresos caen más de un 13,4% a pesar de la compra de ONO a finales de marzo.

Lo que está penalizando la bolsa de Londres, sin embargo, son las previsiones. En un comunicado, la operadora reconoce que su beneficio podría caer en 2015 debido a su plan de inversiones tras impagos récord de 6.600 millones de libras por una vez más (la fuerte competencia y las cargas regulatorias en Europa). Confesión que los mercados no perdonan y que está haciendo perder a Vodafone más de un 3% en bolsa.