El líder de Vox, Santiago Abascal, ha indicado este miércoles que la formación quiere una Vicepresidencia en la Mesa del Congreso y espera que el PP de Alberto Núñez Feijóo no les deje fuera del órgano de gobierno de la Cámara como ocurrió en la constitución de la Asamblea de Murcia.
La votación para la conformación de la Mesa, el órgano rector de la Cámara Baja que está compuesto por nueve asientes (presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios), se celebrara este jueves en la sesión constitutiva y tanto el PP como el PSOE aspiran a hacerse con la mayoría.
Ante los medios de comunicación después de recoger su acta de diputado en el Congreso, Abascal ha resaltado que Vox es la tercera fuerza política de España y representa a tres millones de españoles, por lo que deberían tener presencia en la Mesa.
Abascal ha comparado quedarse fuera del órgano con la situación en Murcia, la única comunidad que permanece sin gobierno: Vox exige entrar en el Ejecutivo regional argumentando que allí tienen el 18% de los votos, pero el presidente, Fernando López Miras, se mantiene firme en su negativa a pactar un ejecutivo con esta formación. Cuando se constituyó la asamblea regional, el PP se negó a respaldar la entrada de Vox, que se quedó fuera de la Mesa.
«Eso ocurrió recientemente en Murcia y esperamos que (el presidente del PP) Alberto Núñez Feijóo no se comporte como el señor López Miras y que Vox y las personas que han confiado estén representados en la Mesa del Congreso», ha indicado Abascal.
Sobre el puesto que podría ocupar la formación, Abascal ha indicado que le gustaría la Presidencia, pero ha matizado que Vox podría asumir una Vicepresidencia, como ya tuvo la pasada legislatura con Ignacio Gil Lázaro.
NO CEDERÁ SUS VOTOS PARA APOYAR A NACIONALISTAS
La única línea roja que ha puesto Abascal es «negociar con un partido nacionalista» y ha adelantado que Vox no votará al PNV por este motivo. «Va en contra de nuestros estatutos y va en contra de nuestros principios, eso no va a ocurrir», ha subrayado.
Tras alertar contra el peligro de que «los enemigos declarados de España» dirijan la vida política y presuman de su «capacidad de chantaje», Abascal ha criticado la elección de la balear Francina Armengol como candidata socialista a la presidencia del Congreso.
«La reflexión sobre cualquier dirigente del Partido Socialista es extremadamente negativa, pero más aún de aquellos que directamente se han convertido en filo nacionalistas en sus territorios como es el caso de Armengol», ha comentado.