Las VTC y los taxis podrían reducir la compra de vehículos privados hasta un 3 por ciento y hasta un 7 por ciento las emisiones de CO2, ya que este tipo de movilidad, junto a los servicios de carsharing y bikesharing reducen hasta un 6 por ciento la congestión, según un estudio realizado por la Universidad de Barcelona, que concluye que estas actividades son una herramienta eficiente para la implantación de las zonas de bajas emisiones.
El estudio, realizado en colaboración con la plataforma española de multimovilidad Cabify, analiza el papel que los servicios bajo demanda con conductor (VTC y taxis) podrían tener en el proceso de implantación de las zonas de bajas emisiones (ZBE) que hasta ahora se han implantado en 14 ciudades.
No obstante, aún faltan otros 135 municipios en implantarse durante los próximos meses, de acuerdo con este estudio que ha estudiado la capacidad de los taxis y VTC para mejorar la implantación de zonas de bajas emisiones en las ciudades.
El trabajo, que estudia el papel de los servicios bajo demanda con conductor en el proceso de implantación de las ZBE, destaca que los servicios de movilidad bajo demanda con conductor reducen un 7 por ciento la congestión y un 6 por ciento las emisiones de CO2 por lo que podrían ayudar a alcanzar los objetivos de estas zonas.
El estudio subraya que junto al transporte público colectivo, los servicios de movilidad compartida bajo demanda, incluyendo la micromovilidad y la movilidad personal, pueden convertirse en grandes aliados de la gestión de una movilidad eficiente y que pretenda maximizar los beneficios netos de la implantación de medidas de restricción del tráfico como suponen las ZBE.
El investigador de la Universidad de Barcelona y coautor del estudio, Marc Tarrés, ha explicado que ante la falta de previsión en la implantación y gestión de las ZBE es «necesaria» una reflexión colectiva que tenga en cuenta todos los elementos para avanzar hacia una movilidad eficiente en las ciudades.
«Los servicios de movilidad bajo demanda pueden ser un factor decisivo para lograr los objetivos de reducción de emisiones contaminantes, por lo que resulta fundamental atenderlos como actores estratégicos de la movilidad urbana y que las Administraciones locales tengan en cuenta su capacidad de contribución a la hora de regular las ZBE», ha argumentado.
En España, han entrado en vigor 14 de las 149 ZBE previstas tráfico ni la congestión ya sea porque la compra de nuevos vehículos permite sortear la restricción o por un desplazamiento del tráfico de la zona restringida a la no restringida.
Por tanto, apuesta por que es necesario complementar las ZBE con otras medidas, como la mejora en los servicios de transporte público colectivo. Sin embargo, no siempre se dispone de los recursos necesarios para alcanzar este objetivo.
El estudio ratifica que los servicios de movilidad bajo demanda (VTC y taxis) pueden convertirse en una mejor alternativa de movilidad que el transporte público colectivo para algunos segmentos de la demanda, complementarse con el transporte público colectivo, lograr un emparejamiento más eficiente que el transporte público colectivo entre oferta y demanda mediante las plataformas digitales, promover una menor demanda de vehículos privados en propiedad y contribuir a una mejor composición del tráfico.
Asimismo, el trabajo indica que los servicios de movilidad bajo demanda y las plataformas digitales aumentan la eficiencia del sector de vehículos de transporte con conductor al utilizar vehículos menos contaminantes, recorrer una menor distancia en vacío entre servicios o contar con un sistema que discrimina entre horas punta y valle.
El estudio asegura que VTC y taxis también son «imprescindibles» para la movilidad de los ciudadanos que no pueden conducir, ya sea por incapacidad, por no tener carnet, por edad, o por consumo de alcohol, entre otros motivos.
«Los servicios de movilidad bajo demanda pueden competir con el transporte público cuando este sea deficiente o complementarlo, facilitan la ‘última milla’ y cubren itinerarios infrautilizados», asegura Xavier Fageda, investigador de la Universidad de Barcelona (UB) y coautor del estudio, que apunta que, además, pueden reducir la compra de vehículos privados hasta un 3 por ciento.
La investigación, en colaboración con la plataforma española de multimovilidad Cabify, se ha llevado a cabo por encargo de la Fundació Bosch i Gimpera (FBG) de la Universidad de Barcelona (UB) al Grupo de Investigación en Gobiernos y Mercados (GiM) de la Facultad de Economía y Empresa de la UB, el Observatorio de Análisis y Evaluación de Políticas Públicas y el Grupo de Investigación Nuevas Regulaciones en el Transporte Urbano (NURETU) de la Facultad de Derecho de la UB.