La cadena de farmacias Walgreens Boots Alliance contabilizó unas pérdidas netas atribuidas de 3.018 millones de dólares (2.787 millones de euros) en el primer semestre del año fiscal 2023, finalizado en febrero, lo que contrasta con los beneficios de 4.463 millones de dólares (4.122 millones de euros) del ejercicio precedente, según las cuentas presentadas este lunes por la compañía.
La facturación se elevó un 0,9%, hasta los 68.244 millones de dólares (63.028 millones de euros). Por segmentos de negocio, los ingresos de la división estadounidense de farmacias cayó un 1,6%, hasta los 54.781 millones de dólares (50.594 millones de euros), mientras que la rama internacional se situó en 10.840 millones de dólares (10.012 millones de euros), un 4,8% menos. A esta cantidad, hay que sumar 2.622 millones de dólares (2.422 millones de euros), un 354,4% más por la mejora de las ventas en el sector sanitario de Estados Unidos.
En los seis meses fiscales, el coste de los productos vendidos avanzó un 3,6%, hasta los 54.236 millones de dólares (50.091 millones de euros), mientras que los gastos de venta, generales y administrativos crecieron un notable 55,1%, hasta los 20.091 millones de dólares (18.556 millones de euros). Además, son reseñables los 306 millones de dólares (282,6 millones de euros) destinados a hacer frente a los costes judiciales por litigios relacionados con la crisis de los opioides.
Únicamente ya en el segundo trimestre fiscal, el beneficio neto atribuido de Walgreens Boots Alliance fue de 703 millones de dólares (649,3 millones de euros), un 20,4% menos, al tiempo que la facturación creció un 3,3%, hasta 34.862 millones de dólares (32.198 millones de euros).
«Tanto Walgreens como Boots están mostrando un buen desempeño y están aportando un valor de calidad a nuestros clientes, por lo que juegan un papel crítico como referentes de la salud en sus comunidades. Además, están sorteando con éxito un entorno complicado», ha dicho la consejera delegada del grupo, Rosalind Brewer.