Esta noche la gala de los premios del cine español celebra sus 30 años con el visto bueno de Bruselas a las deducciones de Montoro
Si bien esta noche los protagonistas de la alfombra roja de los Goya serán los vestidos y las caras conocidas, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, se llevaba ayer el busto al mejor gestor. Al menos en lo que respecta a las recientes deducciones fiscales para el cine, teatro y artes escénicas, incluidas en la reforma tributaria y que se pusieron en marcha hace poco más de un año, en enero de 2015.
Tras un año de análisis Bruselas respondía sí. La Dirección General de Competencia de la Comisión Europea ha dado su visto bueno a las modificaciones impulsadas por el fisco, y que se incluyeron en la reforma del Impuesto de Sociedades y en las que participaron representantes del sector. Así se informaba ayer en un comunicado emitido por el ministerio de Hacienda en el que se cita que «Bruselas ha decidido no formular objeciones».
Con la reforma fiscal se amplió en dos puntos (del 18 por ciento al 20 por ciento) la deducción fiscal en el citado impuesto para producciones audiovisuales, hasta el máximo de 3 millones de euros. Incluyéndose también los costes de postproducción (promoción, publicidad y realización de copias). A ésta se une la rebaja del Impuesto de sociedades del 30 al 25 por ciento y la rebaja impositiva para las producciones extranjeras que escojan España como plató.
En este caso las productoras internacionales tendrán derecho a deducirse el 15 por de los gastos, de carácter técnico y complementario, siempre y cuando el mínimo sea de un millón de euros, y la posibilidad del abono anticipado de los mismos, sin límite de cuota (como el modelo francés).
A pesar de lo positivo de la noticia España deberá remitir cada año informes a la Comisión al objeto de evaluar la eficiencia de la ayuda.