CÍRCULO ROJO.- El arte de encontrarse surge de una experiencia personal de la propia autora. “Quería compartir una historia auténtica que realmente conecte con el lector”. Así, Yaiza Guillén lleva a sus lectores a una travesía llena de romance, relaciones tóxicas y autodescubrimiento narrado de forma apasionante y reflexiva.
Publicada en Círculo Rojo, Grupo Editorial, el lector va a encontrar, según las palabras de la autora, “un viaje cautivador a través del amor, relaciones intensas y el fascinante proceso de autodescubrimiento a uno mismo. El arte de encontrarse promete una experiencia emocional única, tejiendo una historia que invita a la reflexión y la conexión profunda con cada página”.
Sinopsis
Cloe ha tenido una vida complicada desde la niñez, lo que le obligó a madurar desde una edad temprana, marcada por sucesos traumáticos desde que tiene uso de razón. Eso trajo a su vez consecuencias.
A lo largo de su adolescencia, se complicó escogiendo malas compañías que le llevaron a situaciones críticas e incluso peligrosas.
Inconscientemente, se relacionaba desde lo que ella había acostumbrado a ver en su casa, relaciones tóxicas.
Hasta aquel verano en que, por puro capricho del destino, conoció a Nicolás. ¿Podrá el poder del amor cambiar todo eso a lo que ella estaba acostumbrada o seguirán amenazando todos esos fantasmas del pasado con seguir presentes?
Autora
Yaiza Guillén (Madrid, 1993). Hace cuatro años descubrió su pasión por la lectura romántica, lo que le llevó a iniciar su viaje en el camino de la literatura.
Soñaba con escribir novelas, llegar a las personas desde el corazón con la autenticidad. Escribe historias sobre lo que a ella le gustaría encontrarse en un libro.
En sus ratos libres, le encanta devorar libros de romance y crecimiento personal y le apasiona fotografiar atardeceres en el mar y coger su tabla de paddle surf. Su lugar de paz absoluta, donde conecta con ella misma, es el mar.
El arte de encontrarse es una novela que, pese a ser dura, es una forma de mostrar la realidad que hoy muchos jóvenes, tristemente, viven de una manera u otra en sus casas, en silencio y solos.
La intención de Yaiza es mostrar que, por muy dura que sea la situación, siempre hay luz al final del túnel, que hay que abrirse y pedir ayuda sin rendirse, que hay que vivir intensamente haciendo lo que se ama y exprimir la esencia del alma, que es lo que finalmente se lleva uno al irse de esta vida.