El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se ha reunido este viernes en Kiev con el nuevo ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, en un encuentro en el que ambos han abogado por «encontrar un nuevo impulso» para las relaciones bilaterales.
«Los interlocutores coincidieron en que las relaciones bilaterales deben encontrar un nuevo impulso y que todas las áreas de preocupación deben resolverse con confianza y respeto mutuos», reza un comunicado publicado por la Presidencia de Ucrania.
Así las cosas, el propio Zelenski ha recalcado su confianza en que con la llegada de Donald Tusk a la Jefatura de Gobierno polaca «se abra una nueva página» en las relaciones entre ambos países vecinos, que en los últimos tiempos han protagonizado ciertos desencuentros.
«Somos vecinos muy fuertes, con una historia compartida. Nos alegra verlos aquí. Espero que el primer ministro de Polonia también visita Ucrania lo antes posible», ha recalcado el presidente Zelenski, según detalla el mencionado escrito.
Zelenski y Sikorski han negociado una mayor cooperación en materia de defensa, especialmente centrada en las «necesidades clave» de las Fuerzas Armadas de Ucrania para hacer frente a la invasión rusa, iniciada a finales de febrero del pasado 2022.
En este sentido, las partes han abordado la posibilidad de establecer instalaciones de producción conjunta, así como la posible adquisición de armamento polaco, «que ha demostrado su eficacia en el campo de batalla».
Este viaje de Sikorski supone la primera visita al extranjero del nuevo ministro de Exteriores, que tomó posesión la semana pasada una vez que el Parlamento otorgó la confianza al Gobierno de coalición de Tusk, reemplazando al ultraconservador Mateusz Morawiecki.
Aunque en un primer momento Polonia destacó por ser uno de los países más convencidos con el apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa, con el paso del tiempo las relaciones entre Varsovia y Kiev han atravesado por altibajos, especialmente por cuestiones económicas.
Uno de estos asuntos que distancian a las partes es la exportación de productos agrícolas ucranianos, sobre todo el trigo, que ha recibido ayudas por parte de la Unión Europea pero que los agricultores polacos rechazaron con el paso del tiempo.
Además, en la actualidad hay varios puestos fronterizos entre ambos países bloqueados por transportistas polacos, que se quejan de los beneficios de los que gozan los camioneros ucranianos. Kiev ha instado a Varsovia a resolver rápidamente el asunto.