Acuerdo de Asociación entre CA y la UE

El AdA entre Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) y la Unión Europea, fue firmado en 2012 por representantes de la Comisión Europea y por Cancilleres y Ministros de economía y comercio de CA. El escenario fue Tegucigalpa, Honduras, con la celebración de la XXXIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana.

Es un pacto único ya que nunca antes se habían establecido los pilares sobre los que se asientan aspectos claves como el diálogo político que vela por la Democracia, la igualdad de género, los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, entre otros; la cooperación, que proporciona ayuda financiera y técnica a CA; y en lo comercial, se establece gradualmente la zona de libre comercio.

Fueron necesarias ocho rondas de negociación para finalmente llegar al compromiso. En la ronda final, celebrada en mayo de 2010 en Madrid, España tuvo un papel fundamental impulsando las relaciones entre Latinoamérica y la UE en política comercial. Ya en 1999 surgió la Asociación Estratégica UE – América Latina con la celebración de la primera cumbre Birregional en Río de Janeiro.

Si se logra el Acuerdo de Libre Comercio con Mercosur – Mercado del Sur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- solo quedarían Bolivia y Venezuela, que se encuentran en proceso de adhesión a un posible Acuerdo de Libre Comercio o integración en Mercosur.

Ya existen Acuerdos de Asociación de la UE con México (2000), Chile (2003), Califorum – órgano que se compone de los Estados ACP: África, Caribe y Pacífico- (2007). Con este acuerdo se estrechan los lazos institucionales a largo plazo que unen a la UE con sus socios a nivel mundial, y supone un cambio radical en las relaciones hasta ahora mantenidas con Centroamérica.

Gracias al AdA, se han logrado grande beneficios para ambas partes, entre los que destacan una mejora del acceso al mercado, a través de la eliminación de aranceles: la UE liberaliza el 91% de los aranceles para la exportación de CA, y por su parte, Centro América lo hace con el 48%, que completará en 10 años.El 1% de los productos se exonerará transcurridos 15 años. El 69% de los productos industriales y pesqueros será liberalizado por CA.

Se eliminarán los obstáculos al comercio de bienes -aranceles, obstáculos técnicos, mayor transparencia y cooperación normativa y vigilancia del mercado-. La armonización normativa facilitará los intercambios de mercancías, y se fijan los estándares internacionales en legislación aduanera y se simplifican los procedimientos.

Asimismo, hay cambios en cuanto a barreras sanitarias y fitosanitarias que van más allá de lo establecido por la OMC para la aplicación de medidas relativas a la inocuidad de los alimentos, la salud de los animales y la preservación de los vegetales, para lo cual se establecen reglas básicas y mecanismos.

En derechos de propiedad intelectual e indicaciones geográficas, los titulares de derechos de la UE podrán defenderlos en caso de infracción beneficiándose de la mejora acordada para dichos procedimientos. Los países de CA podrán incorporar sus productos de especialidades regionales a la UE de modo similar.

Habrá mayor competencia y transparencia de las subvenciones. Los gobiernos nacionales prohibirán cualquier tipo de práctica anticompetitiva para garantizar una competencia leal. Asimismo, aumentará la transparencia a la hora de entregar subsidios, y los países de la UE y CA informarán con frecuencia de los subsidios otorgados a las empresas en el comercio de bienes.

El AdA también responde al compromiso de fortalecer la integración económica regional y beneficia a los países centroamericanos en la consecución de un desarrollo sostenible gracias a la liberalización del acceso a mercados europeos en diversos sectores.

Opal Morales

Socia – directora

OBM Legal Consulting

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