Jacobo Pombo (Presidente del Global Youth Leadership Forum)

  • ¿Qué espera de esta VIII edición del Forum?

Afrontamos esta VIII edición en un contexto de tremenda complejidad global en el que se está redefiniendo la arquitectura internacional vigente desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La guerra de Ucrania ha sido el parteaguas de las tensiones globales vividas en los últimos años (latentes por la urgencia de la crisis de COVID-19) y que nos ha obligado a despertar de manera abrupta a una realidad que la Comunidad Internacional debe abordar con inteligencia para responder a los enormes desafíos y las (legítimas) demandas ciudadanas.

Para nosotros, el gran reto era mantener esa perspectiva global de cara a entender la complejidad de los desafíos; y por ello, la presencia de líderes procedentes de los cinco continentes es una gran noticia para seguir trabajando, con perspectiva inter-generacional, en soluciones conjuntas frente retos enormes y complejos.

  • La globalidad ha abierto las puertas a un mayor dinamismo económico, pero también ha provocado, en algunos casos, desigualdad social. ¿Son conscientes los líderes jóvenes?

 

Creo que el proceso de globalización (aunado al vertiginoso desarrollo tecnológico vivido en las últimas décadas) ha sido una tremenda oportunidad que ha generado un gran desarrollo económico, favorecido la interconexión, democratizado las oportunidades e incrementado de manera significativa el nivel de vida de los ciudadanos a nivel global.

Sin embargo, no debemos obviar los desequilibrios que se han producido a lo largo de este proceso y que han hecho de la desigualdad una de las principales tendencias globales, foco de malestar ciudadano y un riesgo evidente para la gobernabilidad de las naciones.

Desde el principio, el Global Youth Leadership Forum (GYLF) definió el impacto del proceso de globalización y el desarrollo tecnológico como los dos vectores principales a la hora de analizar el estado y los desafíos de la gobernanza global. Por ello, la agenda con los líderes jóvenes siempre ha estado centrada en analizar (junto a las figuras globales que han regido el mundo en las últimas décadas), tanto las oportunidades de estos dos procesos, los riesgos (para buscar soluciones o ajustes) y las respuestas que hagan de la cooperación global, la generación de oportunidades y la reducción de las desigualdades la base sobre las que construir modelos de convivencia prósperos, que incluyan al mayor número de sus ciudadanos y gocen de instituciones sólidas ampliamente respaldadas.

  • ¿Como afrontan las nuevas generaciones La sostenibilidad en los procesos económicos?

Considero que las nuevas generaciones tienen una sensibilidad especial hacia la sostenibilidad, esto es algo que se ha ido consiguiendo de manera progresiva y fruto del esfuerzo sostenido tanto desde el sector público, como el privado y la sociedad civil a lo largo de los últimos años.

Hemos llegado a un punto de gran tensión global y, cuando hablamos de sostenibilidad, creo que debemos hacerlo en un concepto amplio (no únicamente vinculado a cuestiones medioambientales y de lucha contra el cambio climático, como venía siendo costumbre).

Los desafíos que ha vivido el mundo en los últimos años nos han obligado a entender la importancia de consolidad modelos de desarrollo sostenible (o un modelo de globalización sostenible), que incluyan aspectos económicos, sociales, medioambientales, migratorios… y para ello, debido a la envergadura y dimensión de los desafíos que enfrentamos, no hay otra solución que reforzar la cooperación global para encontrar las respuestas adecuadas.

El compromiso de las nuevas generaciones con la sostenibilidad es una de las principales tendencias (crecientes) que hemos visto a lo largo de estos años.

  • La cooperación económica global exige mucha generosidad y una visión de 360 de grados de la realidad mundial. ¿Los futuros lideres tienen integrado en su discurso estos parámetros?

Esta pregunta es, probablemente, la más importante de cara a entender la evolución que tendrá la gobernanza global en los próximos años.

Vivimos tiempos complejos en los que la ciudadanía ha sufrido mucho. La incertidumbre es una de las mayores angustias que puede experimentar una sociedad, y los sucesos vividos durante la última década (crisis económica, pandemia del COVID-19, guerra de Ucrania, ataque a Israel…) han venido a incrementar esa sensación de zozobra que nos asola.

Por ello, como bien dice, la cooperación global emerge como la principal solución para responder, de manera efectiva, a las demandas de nuestro tiempo.

Igualmente, tiene toda la razón al remarcar la importancia de la generosidad a la hora de buscar esas soluciones globales y coordinadas (ojalá aparezca); sin embargo, yo añadiría que se necesita inteligencia y estrategias sólidas para entender la cooperación global, no como una cesión, sino como la mejor manera para que cada uno de nuestros países consiga sus objetivos (aquí aplica la máxima de que, a veces, perdiendo algo se gana mucho).

  • El cambio climático, las sequias, la inmigración, el invierno demográfico, entre otros factores, está llevando al mundo a unas nuevas realidades económicas. ¿Son consciente los jóvenes que son ellos los que tienen que afrontar los cambios de modelo de desarrollo económico?

Esta pregunta entronca perfectamente con las dos anteriores. Creo que son conscientes de que hemos llegado a un punto de no retorno en el que el diagnóstico es claro y las soluciones a tomar, urgentes y definitivas. Es importante que sigan emergiendo líderes jóvenes concienciados con el desafío que tenemos delante y que, cuestiones de política nacional o potenciales crisis, no les distraigan de los objetivos establecidos.

  • ¿Las palabras sostenibilidad y sociedad civil qué papel juegan en las tendencias de la economía global?

La sociedad civil es la tercera pata de este puzzle, junto con los gobiernos y las empresas. Creo que los tres actores han jugado un papel decisivo a lo largo de los últimos años para conseguir metas en el ámbito de la sostenibilidad y que su cooperación ha sido clave a la hora de estructurar el modelo de gobernanza que tenemos en la actualidad.

De hecho, lo vemos recogido como un tema central de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS 17. Alianzas para lograr los objetivos).

  • ¿Como presidente del fórum que diferencias encuentran entre aquellos jóvenes de la primera edición y la de este año 2023?

Creo que cada uno de los liderazgos que emergen son fruto de su tiempo (y hemos vivido muchas transformaciones a lo largo de los últimos 8 años), pero más que destacar las diferencias, resaltaría las similitudes. El común denominador de los líderes jóvenes que han venido a Santander es su acendrada vocación de servicio, su elevada capacidad técnica y su comprensión de la complejidad global. Creo que, con estos tres elementos, tenemos motivos para ser optimistas respecto al futuro y las respuestas que daremos.

  • El nivel del panel de ponentes es impresionante por su prestigio y conocimiento. ¿Los jóvenes aprenden más de sus errores que de sus acierto?

 

Todos aprendemos más de nuestros errores que de nuestros aciertos (siempre que estos no sean definitivos). Es cierto que tenemos el enorme privilegio de contar con algunas de las mentes más brillantes del mundo y que, fruto de su generosidad, acompañan a los jóvenes en su proceso de crecimiento.

Sin embargo, no querría cerrar esta pregunta sin destacar el elevadísimo nivel y las enormes responsabilidades que ostentan la mayoría de los jóvenes que forman parte del GYLF. Estos dos aspectos conforman un binomio perfecto que está contribuyendo de manera significativa a articular modelos de gobernanza beneficiosos para los ciudadanos.