Así se pronunció Garamendi en este acto informativo organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, en el que impartió una conferencia a la que acudieron distintas personalidades del mundo de la empresa y de las relaciones laborales como el presidente de Inditex, Pablo Isla; el de BBVA, Carlos Torres; el presidente de Mapfre, Antonio Huertas; el exdirigente de CCOO Ignacio Fernández Toxo; la exministra de Empleo y Seguridad Social Fátima Báñez, y la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.

El responsable de la patronal española se refirió a las negociaciones en el diálogo social que se están produciendo para derogar la reforma laboral y a la intención del Ejecutivo de aprobar los cambios a través de un real decreto ley.

“Los decretos ley no son el medio adecuado en este caso para temas del calado que tienen”, señaló, y explicó que las características que justifican un real decreto ley -necesidad, urgencia y excepcionalidad- no se aplican para la reforma laboral y la de pensiones.

“En el término necesaria no voy a entrar, que es excepcional y urgente no lo vemos nosotros en ninguno de los dos casos”, afirmó. En el caso de las pensiones, señaló que “podemos esperar”, puesto que la revalorización para este año ya está aprobada y el Factor de Sostenibilidad no entrará en vigor hasta 2023.

Garamendi recordó que “la Constitución nos da el derecho a audiencia en proyectos de ley” para hacer aportaciones, mientras que los decretos ley “son un contrato de adhesión, que aquí tengo este papel, es lo que es, o lo apruebas o no lo apruebas”.

El presidente de CEOE señaló que “estamos hablando y tratando” estos asuntos en el diálogo social y que contempla la posibilidad de “aminorar” los decretos que se preparan.

Garamendi llamó la atención sobre “las formas y el fondo” en esas negociaciones. Manifestó que le “preocupa” que la ultraactividad sea “infinita”, que en las condiciones laborales de las subcontrataciones “sí que hay que hacer algo” para casos, por ejemplo, como el de las camareras de piso, a las que se les pueda aplicar las condiciones del convenio de la empresa principal, y el registro de horarios.

Garamendi pidió que estos asuntos queden en la negociación colectiva. No obstante, incidió en que “nunca nos vamos a levantar de la mesa” de negociación, que tiene un diálogo “diario” con los sindicatos y contacto con el Ministerio de Trabajo pero que “el Gobierno, sinceramente, no pinta nada” en la negociación colectiva.