Las subidas salariales están contribuyendo a que España resista mejor la desaceleración

La mejora del poder de compra de los salarios, que subió un 1,4% de media hasta agosto, está consiguiendo que la economía española muestre una mayor fortaleza frente a la desaceleración que el resto de economías europeas, según indicó este viernes CCOO al analizar los datos del Índice de Precios de Consumo (IPC).

En este análisis, el sindicato señaló que esta situación está compensando la desaceleración de la inversión o del turismo exterior. Además, la organización indicó que “las empresas no están trasladando a precios las subidas salariales, que están siendo absorbidas por unos márgenes empresariales inflados tras la profunda devaluación salarial sufrida entre 2008 y 2017”.

CCOO espera que la subida media pactada en la negociación colectiva de 2019 sea superior a la inflación media en más de un punto porcentual (1,4% hasta agosto). “Esto permitirá recuperar parte del poder adquisitivo perdido y poner fin a la devaluación salarial, que ha seguido operando incluso en la fase de crecimiento debido al diseño, profundamente desequilibrado a favor de los intereses empresariales, de las reformas laborales”, indica el estudio.

El sindicato achaca la moderación de la subida del IPC “debido a que la bajada del precio de la electricidad y en menor medida el gas frente a las subidas que registraron en agosto de 2018”. Además, CCOO espera que el índice “varíe poco el resto del año y vuelva a repuntar en los dos últimos meses del año, cuando se inició la caída de los precios en los productos energéticos en 2018”. La variación mensual del IPC en agosto es una caída del -0,1%, impulsada por el descenso del precio de la electricidad y las rebajas de verano en el vestido y calzado.

No obstante, la organización muestra su preocupación por la baja inflación estructural: “Refleja el menor impulso de la demanda interna, provocada por la baja participación de los salarios en el crecimiento y el lento avance de la inversión pública, lo que se traduce en una menor creación de empleo y una bajada más lenta del paro. Es necesario impulsar la demanda interna mediante subidas salariales, creación de nuevos puestos de trabajo y el aumento de la estabilidad en el empleo”.