La intención es establecer un mecanismo que permita que quienes más lo necesitan puedan tener un proceso rápido. Para ello se tendrán en cuenta criterios que incluirán los ingresos, la edad, el momento de contratación, las cargas familiares, la experiencia financiera y la proporción de ahorros invertidos en estos productos.

Concretamente, el ministro de Economía, Luis de Guindos, adelantaba la semana pasada que la comisión va a dar prioridad a los casos de clientes con menores recursos, los más mayores y los que tengan un mayor porcentaje de sus ahorros invertidos en preferentes. También dejó claro que los inversores que canjearon las preferentes con Caixa Laietana y caja Segovia por acciones de Bankia a principios de 2012 no serán excluídos del arbitraje, siempre y cuando su perfil sea compatible. 

Antes del arbitraje los preferentistas tendrán que aceptar un canje de títulos por acciones y una quita sobre el total.  Un mecanismo que cuenta con el aval de la troika que, sin embargo, ha pedido al Gobierno que garantice que el Fondo de Garantía de Depósitos no pueda quebrar en caso de que los pagos supere los 2.000 millones que han puesto los bancos.